El abandono de mascotas es más frecuente de lo que parece, las labores de distintas fundaciones y personas no dan abasto para atender la gran cantidad de animales que son dejados a su suerte por personas y familias que los desechan cruelmente.
Es por eso que desde hace varios años Marcela Tabares, politóloga de profesión, decidió dedicar gran parte de su tiempo libre en rescatar perros abandonados e impulsar campañas de adopción para encontrarles un hogar.
- Lea también: Droga envenenada, la tragedia que evidenció el narcotráfico en Argentina
- Además: La nueva vida de Choco y sus perros
Desde muy pequeña descubrió un amor incondicional por lo animales; tuvo perros, conejos y hasta una ardilla. Cuando todo parecía que su futuro la llamaba a convertirse en una gran veterinaria, los miedos de su familia fueron más fuertes y terminó por estudiar Ciencias Políticas.
Luego, viajó a Alemania para continuar sus estudios y al regresar comenzó a indagar sobre la vida de los animales en las calles. Vio tanta necesidad en Colombia que emprendió una campaña para el rescate de perros callejeros que fue convirtiéndose de a poco en una comunidad cada vez más grande.
Incluso, pasó de vivir en Bogotá a trasladarse a una casa de La Calera para poder refugiar a animales en condición de vulnerabilidad y abandono. Era consciente que para continuar en ese proyecto tendría que disponer de espacio para el desarrollo y recuperación de los animales que rescataba.
Arrancó con publicaciones en Facebook dando a conocer la realidad de animales callejeros y buscando recursos para rescatarlos. Sin embargo, sintió que en dicha red social no encontraba la difusión esperada, por esa razón acudió a Twitter, allí logró atraer a cientos de personas que se sensibilizaron con la causa bajo el lema La Pandilla Al Rescate.
“La pandilla hoy en día cuenta con ocho perros de base en mi casa y tengo otros en un refugio de una amiga con quien trabajo todo el tema de los rescates”, señala Marcela Tabares en diálogo con KienyKe.com.
Quisiera poder ayudar más, pero prefiere hacerlo de acuerdo a sus capacidades económicas, ya que los costos que conlleva rescatar a un animalito son bastante altos, comenzando por los chequeos veterinarios.
“Tener los que se puedan y que estén en perfecto estado, obviamente nunca hacinar animales a los que no les pueda garantizar su bienestar”, indica.
Alterna su trabajo como politóloga en Bogotá con el cuidado de los animales que rescata. Y no solamente divide su tiempo, sino también su salario; el 70% de los recursos para atender a las mascotas rescatadas salen de su propio bolsillo, el restante son donaciones de personas de todo el país.
El rescate de fauna callejera es un trabajo que nunca para, todos los días hay animales abandonados e incluso existen ciertos puntos críticos en donde muchos amos suelen acudir para dejar a su suerte a sus mascotas.
El Neusa, el Kilómetro 11 de la vía Choachi y un punto en la vía a Fusagasuga, son algunas de las zonas en Cundinamarca en donde más abandonan mascotas. Según señala Marcela Tabares, estos puntos se han convertido en los escenarios perfectos para la crueldad del abandono; son lugares solitarios y sin cámaras de seguridad.
Estas mascotas no solo sufren el abandono, sino también son víctimas de maltrato y enfermedades, siendo el cáncer, una de las más comunes.
“Muchos casos de cáncer, de perritos con tumores, con problemas en la piel y hembras utilizadas para sacarles crías que empiezan a desarrollar diferentes enfermedades”, explica.
Entre más compleja es la enfermedad, más recursos se requieren para atender los gastos veterinarios. En esos casos Marcela acude a rifas, venta de productos para mascotas y donaciones de personas que se sensibilizan principalmente en Twitter. Sin embargo, todo eso no alcanza para cubrir los cientos de casos de abandono que aparecen a diario.
“Este mes vamos a estar un poco quietos porque estamos tratando de cuadrar desfases económicos del año pasado”, advierte.
Como politóloga exige que las próximas autoridades electas tengan una agenda para el cuidado animal y brinden soluciones al fenómeno de la fauna callejera, aunque reconoce que no se trata solamente de un tema de leyes, sino de consciencia y empatía ciudadana con los animales.
“La pandilla al rescate es un proyecto que empecé a desarrollar, digamos yo sola, y yo hoy día, por más de que yo tengo los animales acá, no siento que yo esté sola, siento que aquí se ha involucrado muchísima gente”, dice.
Los usuarios que quieran colaborar con #LaPandillaAlRescate lo pueden hacer a través de Nequi o Daviplata al número 3212598051.
