El precandidato presidencial del Pacto Histórico, Gustavo Petro, que lidera la intención de voto en su consulta e incluso en el general de las elecciones según varias encuestas, se puso en el centro del debate nacional luego de que incluyera dentro de sus propuestas un ambicioso proyecto de transporte entre el Pacífico y el Caribe colombiano.
Todo esto se dio en medio del cierre de campaña de Gustavo Petro en Barranquilla el pasado domingo 6 de marzo, donde realizó un evento multitudinario en la cancha del barrio la Magdalena en compañía de Gustavo Bolívar, Armando Benedetti y otras caras visibles de su movimiento. Sin embargo, en medio de su discurso destacó una iniciativa que muchos han calificado como “populismo”.
Resulta pues que al parecer la emoción del momento, teniendo a sus seguidores reunidos, se le pudo haber subido a la cabeza al candidato quien no dudó en proponer un tren eléctrico y elevado entre el Puerto de Buenaventura y los puertos del Caribe. Generando con ello los aplausos y gritos de los asistentes.
“El proyecto arranca en el Puerto de Buenaventura, en el Pacífico, y a través de un tren elevado, moderno, eléctrico, vincula a Buenaventura con los puertos del Caribe, entre ellos Barranquilla”, manifestó Gustavo Petro.
Sin embargo, a pesar de los apoyos locales, la lluvia de críticas no se demoró en llegar ya que varias personas (en su gran mayoría contradictores de Gustavo Petro, señalaron como una promesa prácticamente imposible de cumplir si se tiene en cuenta que a pesar de que Colombia actualmente cuenta con 3.533 kilómetros de red férrea, una gran parte de esta se encuentra inactiva o sin rehabilitar.
Para ser claros, entre Buenaventura y Barranquilla, los principales puntos que Petro prometió conectar con un tren elevado y eléctrico, hay más de 1.180 kilómetros. De acuerdo con el plan maestro ferroviario de Planeación Nacional, de los 3.533 kilómetros de red férrea al menos 1.729 se encuentran inactivos y las demás se encuentran concesionadas (sin que eso signifique estar en operación). De hecho, según el diario La República, en 2017 solo se usaba un 9% de dicha red.
Si se quisiera usar la infraestructura actual, tendrían que rehabilitarse algunos tramos de la red férrea del pacífico para conectar con el sistema férreo central y luego rematar en la red del atlántico (que terminaría en Santa Marta y no Barranquilla). Eso, en un escenario ideal en el que todas estas funcionaran con normalidad y se adelantara su adecuación para tal fin; sin embargo, muy alejado de la realidad planteada por Gustavo Petro.
Plantear un “tren elevado, eléctrico y moderno” entre Buenaventura y Barranquilla sería otro proyecto completamente distinto y seguramente el candidato del Pacto Histórico tendrá que explicarlo en otros escenarios: ¿Usará los tramos existentes? ¿Será una línea nueva y directa? ¿Cuánto dinero costará el proyecto? ¿Cómo planea lidiar con la geografía colombiana para construir el tren elevado?
En todo caso, se esperaría que una propuesta como esta no haya sido arrojada al aire así como así, sino que en realidad haya todo un estudio previo de la situación que supere a la mera empresa de conseguir votos o afinidades. Sin duda alguna la movilidad de carga y de personas debe ser una prioridad de los candidatos presidenciales y una conexión entre puertos traería un beneficio enorme para la sociedad colombiana, pero, ¿cómo asegurar que esto es una posibilidad en un país que vio nacer y morir en el olvido los sueños de un territorio conectado?