Las candidatas a la Cámara de Representantes por Bogotá de la Alianza Verde, Juanita Goebertus y Diana Rodríguez, han protagonizado una fuerte polémica luego de hacer pública una nueva valla en la que utilizaron la famosa frase de Ingrid Betancourt de “las mujeres se hacen violar”, pero tachando este último término por “elegir”. Por supuesto, la división de opiniones no se ha hecho esperar.
De acuerdo con la información publicada por la representante Goebertus, la polémica valla con la frase “las mujeres se hacen elegir” fue instalada el pasado miércoles 2 de marzo. “¡Al aire nuestra nueva valla! Les invito a conocer más sobre Diana Rodríguez, candidata a la Cámara por Bogotá”, trinó la política.
No obstante, todo parece indicar que la respuesta ciudadana frente al material publicitario, donde aparecían las dos aspirantes abrazándose, no fue la esperada. Rápidamente se despertó una ola de indignación por el juego de palabras que, en principio, fue tomado como una pulla contra la candidata presidencial de Oxígeno Verde, Ingrid Betancourt (crítica de Alejandro Gaviria, a quien Goebertus le ha mostrado su apoyo público).
El rechazo a la publicidad fue generalizado y contundente. “Un desacierto total. Aunque tengo diferencias, fuertes, con ellas, no se entiende cómo mujeres inteligentes, estudiosas, con propuestas, caen en el error de publicar semejante mensaje”, dijo por ejemplo María Mercedes Maldonado, exsecretaria de Hábitat y Planeación de Bogotá.
“¡Qué publicidad política tan de mal gusto! Sobre todo después de noticias donde 3 mujeres han sido violadas por una manada, que una mujer fue víctima de abuso sexual en una estación de policía en Bogotá. La violación jamás deberá ser objeto de mofa/campaña, solo la naturalizan”, aseveró por su lado Heidy Sánchez, concejala de Bogotá.
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Cabe mencionar que Incluso algunas víctimas de violencia sexual, que son prácticamente las más afectadas con el mensaje original, rechazaron con vehemencia la valla político. “Como sobreviviente de violencia sexual, como mujer y como feminista, está valla me parece grotesca, absurda y un burla. ¿En serio tenían que recurrir a esto?”, cuestionó una de las militantes del movimiento ‘Estamos Listas’.
Otra también fue Jineth Bedoya, periodista y víctima de violencia sexual por parte de los paramilitares, quien opinó: “No todo vale en la ‘creatividad’ de las campañas políticas. Este año las vallas de los y las candidatas se han centrado en atacar a otro e irrespetar, en vez de mostrarse a ellos. Muy desafortunado este mensaje”.
La defensa de Goebertus y Diana Rodríguez
Juanita Goebertus y Diana Rodríguez, en plena polémica, salieron a defender su valla política. Por el lado de la actual representante, abogada y politóloga Goebertus, la forma de defensa fue publicar un video de su compañera de partido explicando la publicidad y señalando que a la mujeres “nunca las agrediría, nunca las expondría y nunca las atacaría”.
“La frase que pusimos hoy es una frase que se repite todos los días en este país. Es una frase que le dicen a las mujeres víctimas de violencia sexual, a las adolescentes que van a denunciar que las acosaron, que las agredieron. Durante cuatro años en la Defensoría del Pueblo acompañé víctimas de todo tipo de violencia y su principal queja era que los y las funcionarias las culpaban de la violencia de las cuales habían sido víctimas”, señaló la candidata Rodríguez.
Y añadió: “Eso es lo que queremos cambiar y por eso aparece la palabra ‘violar’ tachada y en grande ‘elegir’. Es que las mujeres, además de que no somos culpables de la violencia, necesitamos mayor participación, necesitamos hacernos elegir”.
Sin embargo, lejos de apagar el fuego este mensaje lo terminó avivando, ya que muchos y muchas consideraron que eran justificaciones sobre un mensaje revictimizante para las mujeres afectadas por este flagelo y además con un mensaje que ya fue corregido por la propia Ingrid Betancourt, señalando que fue un lapsus de lenguaje producido por los años hablando francés.
Al final, este es otro episodio que deja este periodo preelectoral donde las vallas han sido las armas de batalla de un enfrentamiento entre los candidatas y candidatos al Congreso y la Presidencia. Cada vez con mayor frecuencia, se ven por ahí mensajes cada vez más agresivos, alejados de las propuestas y priorizando los ataques, siendo llamativo además lo costoso que es instalar este material publicitario.
Lo cierto es, que el caso de Goebertus y Rodríguez está lejos de ser el primero o el único en este mundo de las vallas polémicas, ya que a este se suman las de “Paraco el pueblo está berraco” de Inti Asprilla, de “Paremos a Petro” de Edward Rodríguez, “Que no nos abudineen el país” de Katherine Miranda, “Defendamos a Medellín de Quintero” de Paola Holguín, entre otras tantas que, según a quien se le pregunte, pueden ser ingeniosas estrategias de comunicación o un reflejo de la marcada polarización del país.