
El Vaticano acaba de romper un techo de cristal. Raffaella Petrini ha sido nombrada presidenta de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, convirtiéndose en la primera mujer en la historia en asumir el mando administrativo del territorio papal. En términos sencillos, es la nueva gobernadora del Vaticano, el cargo de mayor poder después del Papa Francisco.
Desde el 1 de marzo de 2025, Petrini tendrá bajo su responsabilidad la gestión completa de la Ciudad del Vaticano, incluyendo seguridad, infraestructura, servicios públicos, administración financiera y la supervisión de los Museos Vaticanos. Nunca antes una mujer había alcanzado una posición de esta magnitud dentro de la jerarquía vaticana.
¿Quién es Raffaella Petrini?
Petrini, nacida en Roma en 1969, pertenece a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía y es una de las figuras más preparadas dentro de la administración eclesiástica. Es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad LUISS Guido Carli, doctora en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino (Angelicum) y tiene una maestría en Comportamiento Organizacional por la Universidad de Hartford, en Estados Unidos.
Desde 2005, ha ocupado distintos cargos en la Curia Romana, especialmente en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. En 2021, Francisco la designó secretaria general de la Gobernación del Vaticano, un movimiento que ya insinuaba que algo estaba cambiando en la estructura de poder del Estado Pontificio. Ahora, con su ascenso, queda claro que su papel no era solo simbólico.
El poder de una mujer en el Vaticano
Desde su llegada al papado, Francisco ha promovido la presencia de mujeres en cargos estratégicos, aunque sin tocar el tema del sacerdocio femenino. Sin embargo, lo de Petrini es diferente: no se trata de un puesto consultivo, sino de un cargo con poder real y operativo dentro de la administración vaticana.
En su nuevo rol, deberá gestionar áreas clave como:
• Seguridad: supervisará el trabajo de la Gendarmería Vaticana y coordinará con la Guardia Suiza.
• Finanzas: manejará los recursos y la infraestructura del Vaticano.
• Museos Vaticanos: tendrá bajo su control una de las colecciones artísticas más importantes del mundo.
• Relaciones internacionales: su cargo la coloca en un rol clave en la relación del Vaticano con Italia y la Unión Europea.
El impacto de este nombramiento va más allá del simbolismo. Aunque la Iglesia Católica sigue sin permitir a las mujeres acceder al sacerdocio ni al colegio cardenalicio, el nombramiento de Petrini como gobernadora del Vaticano es un movimiento estratégico que abre un nuevo escenario dentro de la institución.
¿Un cambio de fondo o un gesto calculado?
El Vaticano es una de las instituciones más tradicionales y resistentes al cambio en el mundo. Aunque Francisco ha impulsado algunas reformas en favor de la participación femenina, el sacerdocio y los cargos cardinalicios siguen fuera del alcance de las mujeres.
El caso de Raffaella Petrini plantea una gran incógnita: ¿es este un verdadero punto de inflexión en la estructura de poder de la Iglesia o un movimiento calculado para apaciguar las críticas por la falta de equidad de género en el Vaticano?
La historia dirá si este nombramiento es el inicio de una transformación real o solo una concesión en un sistema que aún se resiste al cambio. ¿Hasta dónde llegará realmente el poder de las mujeres en el Vaticano?