Un gran escándalo se ha desatado en el país por estos días por cuenta de la extradición desde España del empresario Carlos Mattos, recordado entre otras cosas por uno de los escándalos de corrupción más grandes relacionados con el sector automotor en Colombia: el caso Hyundai. Un episodio por el que ya varias personas han sido investigadas, en el que existen condenas y que puso fin a los negocios de uno de los hombres más poderosos del país.
Desde 1992 hasta 2015, por más de 25 años, Mattos fue nada más y nada menos que el amo y señor de la venta de autos Hyundai en Colombia, año en el que el fabricante surcoreano decidió dar por terminada su relación con el barranquillero pues consideraba que la marca estaba perdiendo posicionamiento en el mercado. Dentro de las razones, también se incluyó que Hyundai esperaba apuntar a públicos diferentes, mientras que Mattos apostaba sus cartas a la venta de taxis.
La nueva comercializadora anunciada por el fabricante de automóviles fue Neocorp S.A., parte del grupo ecuatoriano Eljuri, que para entonces ya acumulaba una amplia experiencia en el sector automotor con concesionarios en distintos países de marcas como Chevrolet, Mercedes-Benz, Volkswagen, entre otras. Sin embargo, la situación para Mattos resultó más que preocupante pues terminaba de tajo su negocio, razón por la cual decidió tomar cartas en el asunto.
El empresario emprendió una lucha jurídica contra la marca, obteniendo un concepto a favor de parte del juez Reinaldo Huertas, quien dictó medidas cautelares para prohibir la venta de automóviles por parte de Neocorp. La situación generó, entre otras cosas, grandes pérdidas a la marca que alegó serias afectaciones a la confianza inversionista del país, así como la escasez de repuestos y autos Hyundai.
Además, se sabe que durante aquel periodo Mattos se enfocó en sus relaciones con la marca china Chery, de la mano con la cual fortaleció la venta de autos y taxis. Todo eso ante la eventual posibilidad de finalmente perder en los estrados contra Hyundai, algo que era inminente más allá de la decisión inicial de la justicia (que luego se comprobó estaba viciada).
Aunque en un principio el barranquillero pidió una cifra muy superior, para finales de ese mismo año se logró poner fin a la disputa con un acuerdo que rozó los 100 millones de dólares americanos, según reseña Noticias Uno. De ahí en más empezó el proceso del fabricante de automóviles para intentar levantar sus ventas desplomadas y el declive de Mattos.
En aquel entonces, el periodista Daniel Coronell denunció en su columna de Revista Semana que Reinaldo Huertas, el juez del caso, habría comprado un vehículo último modelo de 73 millones de pesos a pocos días de haber terminado con el acelerado proceso judicial.
Hace pocos días, se tomó una decisión que terminó con la incertidumbre de lo sucedido: Huertas fue destituido e inhabilitado por 15 años por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, ya que presuntamente habría recibido dinero para fallar a favor de Mattos. Sin embargo no fue el único, ya que la Fiscalía determinó que en la actuación hubo colaboración de varios funcionarios.
Uno de ellos fue el ingeniero Edwin Angulo, quien fue enviado a la cárcel por haber aceptado un soborno mientras trabajaba en la Dirección Ejecutiva Seccional de Administración Judicial; los abogados Alex Vernot, que habría sobornado a testigos a favor de Mattos y Luis Davi Duran, quien habría tomado parte también en la repartición de dinero; la ex jueza civil municipal de Bogotá Ligia del Carmen Hernández, quien habría recibido dinero de Mattos. Y la lista continúa.
Ajetreado proceso de extradición de Mattos
En la noche de este miércoles, Carlos Mattos arribó al país luego de que se hiciera efectiva su extradición desde territorio español, acompañado por un médico acreditado por la DIJIN de la Policía Nacional que viajó para controlar su estado de salud, ya que según se sabe el empresario de más de 70 años ha venido presentando complicaciones derivadas del proceso.
A su llegada, el empresario no dejó ver su rostro. En agosto Mattos sufrió una crisis cerebrovascular con protocolo de ictus, cuadro por el que tuvo que ser hospitalizado.
En Colombia será judicializado en atención a una orden de captura emitida el 07 de mayo de 2021 por la Fiscalía séptima delegada ante el distrito judicial de Bogotá, por los delitos de delitos de cohecho por dar y ofrecer en grado de autoría, utilización ilícita de redes de comunicaciones, acceso abusivo a un sistema informático y daño informático.
El empresario atravesó un tortuoso proceso con varios intentos para frenar su extradición. En octubre de 2020, por ejemplo, Mattos logró frenar esta medida debido a que el Tribunal Constitucional de España anuló la solicitud presentada por la Fiscalía General de la Nación. El fallo proferido tumbó la decisión tomada en primera instancia por parte de la Audiencia Nacional, quien había dado autorización para el traslado de Mattos a Colombia en mayo de 2019.
El Tribunal Constitucional de España también le concedió al empresario un amparo especial y ordenó restablecer sus derechos vulnerados en conexión con sus derechos a la libertad personal y libertad de residencia y circulación.
Por su parte, la defensa del barranquillero ha señalado que presenta problemas físicos y dice que no hay garantías para su caso en Colombia, donde asegura quieren asesinarlo. Entretanto, tendrá que seguir enfrentando su proceso en Colombia, a la espera de cómo cerrará este polémico ciclo de la historia empresarial del país.