En un partido atípico para lo que suele ser el fútbol colombiano, Atlético Nacional y Millonarios dividieron honores en el estadio Atanasio Girardot de la capital de Antioquia.
Un ritmo de juego alto, intensidad en el medio del campo, constante sensación de peligro en las áreas y una dosis de polémica arbitral, fueron algunos de los condimentos para que aficionados y la prensa especializada, calificara este encuentro, no solo como uno de los mejores de este torneo, sino de los últimos años.
El partido empezó con un marco envidiable. Más de 42.000 personas colmaron las graderías del máximo escenario deportivo de los antioqueños con el fin de observar el esperado clásico. Atlético Nacional, puso sobre el terreno de juego sus dos Copas Libertadores a propósito de los 33 años de la obtención de la primera, y el público realizó una salida digna de cualquier ambienta de fiesta.
En el inicio del partido, el equipo 'paisa' arrancó con una presión y un ritmo poco habitual en el fútbol colombiano, lo cual en 12 minutos desencadenó en dos jugadas de gol anuladas, la primera bien invalidada por un claro fuera de lugar de Jarlan Barrera, mientras que la segunda, resulta más confusa debido a que no se sabe con exactitud que pitó el juez, y para muchos, el gol era lícito.
"El gol de Olivera 7’ de Nacional ante Millonarios es legal. Duque va bien al cabezazo y pierde el balón Montero que tenía los pies en tierra. Mal invalidado por el juez en mi opinión", "Para mí GOL LEGAL: Montero y Duque llegan prácticamente al mismo tiempo a disputar el balón, si me apuran hasta llega primero el jugador de NAL. Montero nunca llega a tener un control total del balón", fueron algunas de las apreciaciones de expertos e internautas.
Luego de la controvertida jugada, casi que de inmediato, llegó el autogol de Nacional que puso arriba a Millonarios y representó un golpe anímico para el equipo paisa.
Posteriormente, 'los embajadores' se adueñaron de la posesión y Nacional bajó el ritmo de juego. Con el final de la primera parte cerca, 'los verdolagas' lograron el empate y ambos equipos se fueron tranquilos al vestuario. La sensación entre los televidentes y asistentes al estadio es que estaban viendo un partidazo.
Ya en la segunda parte, los equipos continuaron con el mismo ritmo de juego, Millonarios logró dominar por largos tramos, con llegadas claras, pero no logró convertir, mientras que un temeroso Nacional, por momentos, apostó al contra ataque.
Dentro de esas curiosidades que tiene el fútbol, el segundo gol de Millonarios llegó gracias a un contragolpe, lo que produjo un silencio sepulcral en el Atanasio Girardot. No obstante, cuatro minutos más tarde, y cuando todo parecía complicarse para el equipo paisa, logró el tanto de la igualdad final.
A pesar de las polémicas arbitrales, expertos y aficionados coinciden en que este fue el mejor partido del fútbol colombiano en mucho tiempo, y se animaron a asegurar que si en Colombia, los equipos se dispusieran a jugar con esta dinámica, los resultados internacionales sería otros.
Lo cierto es que el empate en el Atanasio Girardot dejó bien parado a Millonarios y su aspiración por lograr la clasificación a la final del fútbol colombiano. Obtener puntos en Barranquilla sería un golpe sobre la mesa, ya que además cuenta con el famoso punto invisible, por lo que en caso de que sé de una igualdad de puntos con cualquier otro rival, se clasificaría directamente gracias a su ubicación en la tabla en el todos contra todos.
En el caso de Nacional, perdió una chance importante de obtener los tres puntos como local. No obstante, en caso de lograr un triunfo ante Bucaramanga en Medellín y que Millonarios pierda con Junior, lograría recomponer el camino y ubicarse en el primer lugar.