El senador Gustavo Bolívar y el líder de Salvación Nacional, Enrique Gómez, protagonizaron en redes sociales un encontronazo por cuenta del escándalo de corrupción de Emcali, que ya ha cortado varias cabezas en la capital del Valle. Una situación sobre la que, opina Gómez, el partido de gobierno estaría guardando silencio.
“A los petristas se les vale la mano con el silencio frente al robo de 216.000 millones de Emcali. ¿Cómo es el asunto? Si su partido roba ¿Ese delito sí está justificado?”, cuestionó Enrique Gómez a través de un mensaje que fue inmediatamente contrariado por Bolívar.
De acuerdo con el senador del Pacto Histórico, las afirmaciones de Gómez son por completo falsas ya que, de hecho, un porcentaje importante de partidos afines al gobierno de Gustavo Petro se pronunciaron en contra del robo de recursos en las entidades de Cali. Incluso han pedido que renuncie su alcalde, Jorge Iván Ospina, como lo hizo el Partido Verde en un comunicado público.
“Cual silencio señor. ¿Alguna vez podrá hablar con la verdad? Lo estamos denunciando e hicimos que el contrato se cayera”, señaló Bolívar, acusando además a su contraparte de proteger y aplaudir a los corruptos.
Luego de este mensaje, llegó una última respuesta por parte del líder de Salvación Nacional, quien le dijo a Gustavo Bolívar que no bastaba con hacer ruido en medios para dar resultados y que no veía el mismo “ímpetu” de su parte para perseguir a los corruptos ahora que el Pacto Histórico logró llegar al gobierno.
“Armar barullo en medios, como estrategia para engañar a la gente, no es lograr ningún resultado. Por otro lado, no se le ve el mismo ímpetu para exigirle a los de su cuadrilla que respondan. No es ninguna mentira y hay muchas formas de silencio, incluso simulando una gritería”, fue el mensaje de Gómez.
Enrique Gómez, Gustavo Bolívar y la situación de Cali
Cabe decir que el mensaje de Enrique Gómez llegó en medio de una oleada de trinos en los que el excandidato presidencial resumía varias cosas sobre lo que, según él, se le “salió de las manos” al nuevo gobierno. Sin embargo, lo que sí se puede decir es que el mencionado “silencio” del petrismo frente a la corrupción en Cali no es exactamente verdadero.
De hecho, para no ir más lejos, en los últimos días el senador Gustavo Bolívar ha hecho parte de aquellas fuerzas que piden la renuncia del alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, o al menos explicaciones sobre cómo fue que las Empresas Municipales de Cali terminaron corroídas por la corrupción.
Un escándalo que comenzó con la revelación al público de sobrecostos importantes en la compra de una serie de televisores, proyectores, sillas ergonómicas y otros artículos, pero que ahora dibuja un mapa cada vez más grande que involucra a más políticos caleños.
Por este escándalo, cabe recordar que ya renunció el gerente de Emcali, Juan Diego Flórez, a través de una carta dirigida al alcalde Jorge Iván Ospina y que el mandatario aceptó. No sin antes haberlo defendido e incluso llegar a destacar su trabajo luego de la salida de la entidad.
Por su parte, desde la Procuraduría se inició una investigación desde el primer momento y de hecho ya se ordenó la suspensión del contrato en mención “ya que se pudo identificar la existencia de presuntos sobrecostos en los productos contratados”, según dijo la procuradora Margarita Cabello. Presuntas pérdidas patrimoniales de un contrato firmado de más de 215 mil millones de pesos.
Aún así eso está lejos de ser lo peor, de hecho se podría decir que es apenas la superficie. El tema es tan grave que incluso el nuevo gerente de Emcali, Fulvio Soto, se vio obligado a ordenar el cese de toda contratación de la entidad para evaluar que cumplan con todos los requisitos legales y definir si continúan o no.
A este escándalo se han sumado los propios empleados de Emcali, así como varios funcionarios y políticos locales que señalan que la veeduría de esta entidad frente a la contratación que tiene a su cargo es prácticamente inexistente.
Incluso ahora, en medio de todo, la Procuraduría volvió a alertar sobre algunos contratos que se realizaron entre diversas secretarías y entidades distritales de la ciudad entre enero de 2020 y junio de 2022. Unos 75.509 contratos, por un valor aproximado de 2,8 billones de pesos, de los cuales un 78% habrían sido contrataciones a dedo, es decir sin ningún proceso competitivo.