Se ha culminado una nueva jornada electoral en España, dejando como resultado un panorama político bastante disperso. Todo eso, a pesar de que el bloque del derechista Partido Popular (PP) y Vox hayan logrado un total de 169 escaños en el Congreso de los Diputados, coronándose el partido de Alberto Feijóo como el triunfador de las urnas con más del 99% de los votos escrutados.
Por otro lado, el PSOE de Pedro Sánchez, actual partido de gobierno en España, alcanzó junto al partido Sumar un total de 153 escaños. Aunque en un principio se podría decir que el PP se impuso con sus 136 escaños, mientras que el PSOE perdió fuerza política, el resultado está lejos de significar eso.
Antes de las elecciones, ya se había vuelto casi una seguridad, en parte apoyada por las encuestas electorales, que Feijóo se convertiría en el nuevo presidente de España. Para lograrlo, debía alcanzar mayorías absolutas dentro del Congreso del país ibérico, que por composición corresponde a 176 escaños.
En contraposición, se esperaba que el partido de Pedro Sánchez se viera fuertemente reducido en las urnas. Sin embargo, no pasó ni lo uno ni lo otro: la derecha ganó las elecciones, pero no cuenta con los apoyos suficientes para sacar del gobierno a Pedro Sánchez; por otro lado el PSOE, incluso con la seguridad de poder continuar en el gobierno, va a tener una gobernabilidad realmente afectada en el poder legislativo.
En ese panorama los otros partidos que no entran en estos bloques serán fundamentales a la hora de buscar alianzas para formar gobierno. Escenario que beneficiaría a Pedro Sánchez y no a Feijóo, quien ya ha salido a celebrar que por lo menos han “pasado de ser segunda fuerza a ser el partido más votado”.
De acuerdo con los informes de medios españoles, actualmente los apoyos para definir gobierno están 174 contra 170, a favor de Pedro Sánchez. Solo faltaría definir el apoyo del partido Junts, que a pesar de haber votado en contra del PSOE en el pasado, esta vez podría considerar darle su apoyo pero con ciertas condiciones.
“Sánchez tiene muchas deudas pendientes con Cataluña y no daremos ni un paso atrás”, fueron las palabras de Miriam Nogueras, candidata de la formación independentista de Cataluña, citada por Onda Cero. Señalan que no le darán la presidencia a Pedro Sánchez “a cambio de nada”.
Lea además: Presidente Petro designa a Salvatore Mancuso como gestor de paz
Cabe recordar que las presidenciales en España se definen, una vez ya configuradas las Cortes, por votación al interior del Congreso. Misma en la que el candidato debe lograr las mayorías absolutas y en este momento el único que las tiene sería Pedro Sánchez, por lo que desde ya se sabe que seguiría en la cabeza del gobierno.
De hecho, el mandatario español ya ha salido a pronunciarse celebrando los resultados en las urnas. “Gracias a toda España porque hemos demostrado que somos una democracia fuerte, una democracia limpia, una gran democracia (...) Hemos sacado más votos, más escaños y más porcentaje que hace cuatro años”, señaló, calificando además al bloque contrario como “involucionista y de retroceso”.
Las cuentas de las elecciones en España
Todo este panorama político en España, en medio del cual se daba por ganadora a la derecha desde antes de las votaciones, se remonta a la estrepitosa derrota que sufrió Pedro Sánchez en las elecciones municipales de mayo de este año. En aquella ocasión el Partido Popular se convirtió en el más votado, azuzando el fenómeno de Feijóo que hoy cayó del cielo a la tierra.
En las municipales, el PSOE apenas pudo conservar el poder en 3 de las 12 comunidades autónomas. Derrota que causó que Pedro Sánchez tomara la decisión de disolver las cortes y convocar elecciones anticipadas, en las que terminó finalmente ganándole el pulso a la derecha. Por lo menos de manera parcial.
El PP, por su parte, subió 47 escaños desde las últimas votaciones y se logró quedar con 136; mientras que el PSOE, no solo no perdió escaños, sino que ganó dos más con respecto a la anterior votación. De hecho, también sumó más votos en esta contienda, por lo que se puede concluir que no ha perdido apoyo popular.
Mismo escenario se vio para su principal aliado, la Coalición Progresista Sumar, que apenas nacida en junio logró hacerse con 31 escaños. Algo impactante si se tiene en cuenta que el ultraderechista Vox, aliado con el PP, apenas logró 33 escaños. Lo que es más, redujo en 19 puestos su representación en el Congreso.
En ese orden de ideas, es fácil de entender la incertidumbre que en este momento se mueve en la opinión pública española, siendo bastante estrecho el margen para formar gobierno. Sumado a ello, bien se podría decir que en estas elecciones hablar de ganadores es bastante ambiguo.
Por un lado, la situación para el partido ganador es bastante complicada, al punto de que el mismo Feijóo ya ha salido a decir que le corresponde formar gobierno y de hecho le pidió “al PSOE expresamente y al resto de las fuerzas políticas que no bloqueen el Gobierno de España una vez más”.
El PP, que esperaba mayorías y arrasar con el PSOE, dependerá de ahora en más de sus buenas relaciones con Vox y otros futuros aliados dentro del Congreso. Mientras que el PSOE de Pedro Sánchez, incluso siguiendo en el gobierno, se enfrentará a una gobernabilidad obstaculizada.