Este lunes los talibanes aseguraron que sus combatientes lograron la conquista de Panshir, la única de las 34 provincias de Afganistán que no había caído en manos de los insurgentes y declararon que dan por terminada la guerra, por segunda vez en dos meses.
Por su parte, las fuerzas de resistencia local, dirigidas por Ahmad Masud, desmintieron los informes sobre la caída de la región a manos de los talibanes. Contrario a ello, Masud instó al pueblo de Afganistán a levantarse contra el talibán.
"Dondequiera que estén ustedes, en el extranjero o en el país, les instamos a iniciar una rebelión general para liberar y celebrar nuestra patria; levántense todos, como puedan", declaró Massoud en un discurso grabado en vídeo.
Recordó que los talibanes mataron a varias personas a pesar de las peticiones y propuestas, incluso a varios miembros de su familia. Massoud destacó que las fuerzas de resistencia todavía permanecen en la provincia de Panjshir y continuarán la lucha contra los talibanes hasta que se alcance la plena liberación de Afganistán.
"Hasta el último punto, hasta el último momento, el frente de resistencia continuará (luchando), hasta la liberación de Afganistán y la victoria del pueblo afgano", subrayó Massoud.
De acuerdo con lo que comunicó una fuente a la Agencia Sputnik, alrededor de 500 combatientes de la resistencia y los talibanes murieron en el transcurso de tres días de combates en la provincia de Panshir, al nordeste de Kabul.
Además, el líder de la resistencia afgana acusó a las fuerzas extranjeras de combatir junto con los talibanes. "Los ataques mostraron que las fuerzas extranjeras han estado con los talibanes desde hace mucho tiempo y todavía se oponen al pueblo de Afganistán", declaró.
De igual manera, Massoud advirtió de un posible aislamiento de Afganistán en la escena internacional. En su opinión, la toma del poder por los talibanes puede resultar en que el país se quede "rezagado, oscuro y lejano de cualquier cultura, alianza y evento", así como "aislado desde el punto de vista político y económico".
Del 6 al 14 de agosto, los combatientes del movimiento talibán se hicieron con el control de buena parte de Afganistán y el día 15 entraron en Kabul y tomaron el palacio presidencial. El presidente afgano, Ashraf Ghani, huyó del país.
El 16 de agosto los talibanes declararon que dan por terminada la guerra y anunciaron que la forma de gobierno del país se aclarará próximamente.
Por su parte, en la madrugada del 31 de agosto el Pentágono dio por concluidas tanto su misión de 20 años en Afganistán como la retirada de las tropas de Estados Unidos.