El discurso del expresidente Donald Trump en Pensilvania el pasado 29 de septiembre ha generado un intenso debate sobre la dirección de la política de seguridad en Estados Unidos.
Todo sucedió luego de que el candidato presidencial decidiera proponer una represión policial "violenta" contra la delincuencia. Trump evocó la polémica premisa de la película "La Purga", donde la violencia se considera una solución a los problemas sociales. Esta declaración, junto con sus repetidos ataques a la inmigración, plantea preguntas sobre el futuro del país y la efectividad de tales medidas.
Durante su intervención, Trump enfatizó la necesidad de que la policía se vuelva "extraordinariamente ruda" con los delincuentes, sugiriendo que una jornada de represión y violencia podría ser la solución a lo que él describe como una "invasión" de migrantes violentos.
Este discurso se da en un contexto electoral donde Trump busca consolidar su base en estados indecisos, como Pensilvania y Wisconsin, que serán cruciales en las elecciones del 5 de noviembre.
La propuesta de Trump ha sido recibida con un eco de aprobación entre sus seguidores, quienes consideran que las políticas actuales de seguridad son inadecuadas. Sin embargo, esta postura también ha suscitado críticas vehementes de sus oponentes, incluyendo a la vicepresidenta Kamala Harris. En un mitin en Nevada, Harris defendió la necesidad de una reforma migratoria y señaló que "Trump no resolvió nada" durante su mandato, instando en cambio a un enfoque más integral para abordar los problemas de seguridad.
La retórica de Trump se basa en un enfoque de mano dura, presentando una narrativa apocalíptica sobre la delincuencia y la inmigración. Recientemente, ha utilizado incidentes aislados de criminalidad para justificar sus afirmaciones de que el país está siendo invadido por "salvajes extranjeros criminales". Esta estrategia de miedo no es nueva, pero se intensifica a medida que se acercan las elecciones.
Es relevante destacar que, a pesar de las afirmaciones de Trump, las estadísticas del FBI indican que la delincuencia, incluidos los homicidios, ha disminuido en muchas áreas del país. Asimismo, la gestión de la inmigración ha experimentado altibajos, y aunque el cruce ilegal de fronteras alcanzó cifras récord al inicio de la administración Biden, ha habido un endurecimiento de las normas que ha resultado en una caída en los cruces este año. Esto contradice la narrativa de Trump y refuerza la idea de que su enfoque podría ser más una estrategia política que una solución real a los problemas del país.
¿Cuál es la estrategia electoral de Trump?
A medida que se acercan las elecciones, el enfoque de Trump hacia la seguridad y la inmigración puede ser visto como una forma de movilizar a su base. En áreas con poblaciones mayoritariamente blancas y económicamente deprimidas, el sentimiento antinmigración ha crecido y se ha vuelto más extremo. Este entorno proporciona un caldo de cultivo para su discurso de mano dura, lo que puede ser crucial para ganar votos en estados clave.
La propuesta de Trump de una represión policial violenta plantea serias preocupaciones sobre el respeto a los derechos civiles y la justicia social. La historia ha demostrado que las políticas de mano dura a menudo no abordan las causas subyacentes de la delincuencia y pueden llevar a una mayor polarización en la sociedad.