Hace menos de una semana empezaron a aparecer gotas de alquitrán sospechosas en toda la costa mediterránea israelí, que provocaron daños a la fauna y la flora y el cierre de las playas. Es uno de los mayores desastres ecológicos de Israel y los expertos dicen que no les sorprende.
“Las enormes cantidades de alquitrán que han llegado en los últimos días a las costas de Israel, de norte a sur, han causado uno de los desastres ecológicos más severos en Israel”, dijo este domingo la Autoridad de Parques y Naturaleza del país.
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Los grumos negros y pegajosos fueron apareciendo a lo largo de los 170 kilómetros de costa israelí bañada por el mar Mediterráneo, desde la ciudad de Rosh Hanikra, en el norte, hasta la de Ashkelon, en el sur.
Los diarios e informativos publicaban fotos de tortugas, rocas, aves... cubiertas de negro, y también una joven ballena muerta sobre la arena, e informaban de "daños incalculables".
Varios de los primeros voluntarios en las tareas de limpieza organizadas por el Ministerio de Protección Animal tuvieron que ser ingresados en diferentes centros de salud por presentar síntomas de intoxicación respiratoria después de haber estado trabajando en las playas contaminadas.
Mientras, los expertos concluyen que este gran desastre ecológico es uno de los peores que ha vivido Israel, pero hasta el momento las autoridades no han identificado la fuente del derrame de petróleo.
Desastre sin precedentes
El director del Centro de Preparación y Respuesta a la Contaminación del Mar, del Ministerio de Protección Ambiental, Yoav Ratner, apenas encontró palabras para describir lo sucedido, y dijo a la radio nacional Kan dos días después del desastre: “Simplemente no tiene precedentes”.
El alcance de la contaminación es tan grave que el Ministerio del Interior de Israel emitió un aviso el domingo instando a la gente a mantenerse alejada de las playas, y por ahora nadie sabe cuándo será seguro reabrirlas.
Además de la operación de limpieza, se ha abierto una investigación oficial para encontrar al culpable: “Grandes cantidades de alquitrán fueron derramadas en el mar y arrastradas a las costas. Es un grave daño al medio ambiente y al ecosistema, y el responsable del incidente debe pagar un precio”, declaró Gila Gamliel, ministra de Protección Ambiental, quien aseguró que los animales afectados por el derrame serán “tratados y rehabilitados”.
Sin embargo, más realista se mostraba el director de la Autoridad de Parques y Naturaleza de Israel (INPA), Shaul Goldstein, quien ha pasado gran parte de su vida involucrado en asuntos ambientales, y quien aseguró que esto es lo peor que ha golpeado las arenas y rocas costeras del país.
“Tendremos que ir piedra a piedra, playa a playa, durante los próximos años para reparar el daño”, dijo al ente público de noticias Kan esta semana. "Será una labor sisífica".
Se veía venir
“Según las evaluaciones de campo, es evidente que se requerirá que estas complejas y extenuantes operaciones continúen durante un largo período de tiempo”, dijo la Autoridad de Parques y Naturaleza en comunicado.
Para tener una idea de lo complejo del asunto, el INPA dijo que lo peor de la contaminación permanece “en las superficies rocosas de las playas”, donde es difícil de eliminar. Las superficies arenosas están relativamente limpias, aunque también hay cantidades considerables de grumos y escamas de alquitrán.
Las autoridades aseguraron que recolectarán y eliminarán 1.200 toneladas de alquitrán y material contaminado, incluida arena y desechos sólidos como plástico, madera, algas y conchas, a lo largo de los 170 kilómetros de playa de los 195 kilómetros de costa iraelí.
El INPA dijo el 24 de febrero que se habían raspado y recolectado ya 70 toneladas y además advirtió que podría estar llegando más alquitrán a Israel.
La investigación policial del causante del derramamiento de petróleo está sujeta a secreto de sumario, pero se cree que fue un barco extranjero que pasó cerca de la costa de Israel la semana pasada.
Frente a las costas israelíes hay una ruta para este tipo de cargamento, petróleo, en dirección a refinerías del mundo, y diferentes organizaciones ecologistas han estado llamando la atención desde hace años que algo así podría suceder.
En 2008, bajo el gobierno de Ehud Olmert, se intentó hacer pasar una ley protegiendo las costas de accidentes como este, limitando el transporte peligroso o modificando rutas, pero el presupuesto nunca fue aprobado.
Otro foco de preocupación: el mar rojo
El proyecto, fruto de la normalización de las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) por el que petroleros de estos últimos descargarían petróleo, en el puerto de Eilat, dentro de cañerías que llegarán hasta Ashkelon y de allí a Europa, que ha encendido las alarmas.
Muchos activistas aseguran que esto se convertirá en el próximo desastre ecológico.
Parece que urge una decisión política y presupuestaria para evitar que una próxima ola de alquitrán sepulte tan trágica y catastróficamente la fauna yla flora.