Había muchas incógnitas alrededor de la figura de Seuxis Pausias Hernández Solarte, guerrillero conocido con el alias de Jesús Santrich. Sobre todo, porque su nombre empezó a sonar en la prensa nacional solo a partir del inicio de los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP), una de las guerrillas más longevas de América Latina.
Durante estos nueve años, Jesús Santrich fue negociador de paz, activista, congresista, preso de La Picota, desaparecido, fugitivo y guerrillero reincidente. Este 18 de mayo, además, se convirtió en baja de la Guardia Bolivariana durante un cruce de disparos en el estado Apure.
El hogar de maestros
Los padres de Seuxis Pausias Hernández eran maestros. Su madre era nariñense, su padre era costeño y conformaron una familia con siete hermanos. Fue bautizado así en honor a dos pintores célebres durante la Grecia Antigua.
El padre, José María Hernández, fue la última persona que lo vio antes de que emprendiera la fuga y creara la Segunda Marquetalia. Uno de sus hermanos, Abdiel Hernández Solarte, es un prestigioso neurocirujano.
Al crecer, Seuxis se unió a las Juventudes Comunistas de Sucre. Una vez le llegó la hora de elegir universidad, se inclinó por la Universidad del Atlántico. Allí estudió una licenciatura en ciencias sociales y un posgrado en historia. También fue miembro activo de la representación estudiantil, en un momento donde la violencia estaba escalando y era peligroso reconocerse como comunista en público.
Los dos Jesús Santrich
En la Universidad del Atlántico, Seuxis Pausias también conoció a Jesús Francisco Santrich Núñez, un egresado de la carrera de biología y química que había empezado la carrera de derecho y también hacía parte de la Juco.
Jesús Santrich, quien alcanzó a contar 34 años, fue asesinado el 17 de noviembre de 1990 por un agente del DAS. Los partidos de izquierda consideraron su muerte un crimen de Estado, como tantos que ocurrían durante la purga contra la Unión Patriótica.
Seuxis Pausias tenía 23 años y ejercía como personero en el municipio de Colosó (Sucre) cuando mataron a su amigo Jesús. Un año después, al estar convencido de que la lucha armada era el camino más coherente con sus ideales, decidió dejar su vida y su nombre para tomar la identidad de su amigo e irse al monte. Desde entonces fue miembro de las FARC.
Líder ideológico
Seuxis Pausias, ahora con el alias de Jesús Santrich, se convirtió en una de las cabezas ideológicas de una guerrilla cuya ideología ya se veía desdibujada por sus avances en el negocio del narcotráfico y no era tomada en serio por la opinión pública, que solo veía los desmanes que dejaban a su paso y los consideraban el problema más grande del país.
Esa decisión tenía dos motivos. El primero era su extensa formación académica y su coherencia argumentativa, conseguida tras una infancia de consumir y exaltar las obras de José Martí, José María Arguedas y Simón Bolívar.
El segundo era su salud, que desde su ingreso a la vida subversiva ya era frágil. No era capaz de mantenerse en pie por periodos prolongados y su vista era mucho menos que óptima; sería una ruina en combate. En el Ejército de Colombia jamás habrían aceptado a una persona en las condiciones físicas de alias Jesús Santrich, pero su amistad con la cúpula de las FARC impidió que lo despreciaran dentro de las filas guerrilleras.
Entonces, alias Jesús Santrich se convirtió en jefe ideológico y de comunicaciones en el Bloque Caribe de las FARC. Se dedicaba a redactar comunicados, a manejar la editorial de la cadena de emisoras radiales clandestinas (Cadena Radial Bolivariana) y a escribir libros y propaganda.
Quizás, quizás, quizás
Para hablar de alias Jesús Santrich hay que hablar también de Luciano Marín, alias Iván Márquez. Abogado formado en la Unión Soviética, se unió al Bloque Caribe en 1985 y pretendió abandonarlo cuando se alzaron las banderas de la Unión Patriótica. Se postuló como congresista y ganó un escaño por votación popular.
Ante la preocupación del Estado y los paramilitares por el rápido ascenso de las izquierdas, alias Iván Márquez fue llamado a volver a las filas el 11 de octubre de 1987, justo el día en que fue acribillado Jaime Pardo Leal.
Alias Jesús Santrich hizo carrera en la guerrilla de las FARC junto con alias Iván Márquez, quien llegó a ser el líder del Bloque Caribe. Por la camaradería entre ambos, Iván Márquez invitó a Jesús Santrich a integrar los diálogos con el gobierno a partir de 2012.
A la salida de una conferencia en Oslo, un periodista de la Televisión Española los increpó para preguntarles si estaban dispuestos a reparar a las víctimas. La respuesta de Santrich, mientras era ayudado por Iván Márquez a salir del recinto, fue cantar "quizás, quizás, quizás" entre risas.
Con todo, los acuerdos llegaron a buen término y la guerrilla de las FARC entró en proceso de desmovilización y reincorporación a la vida civil.
La trampa
Luego de haber ganado uno de los escaños de la cámara que fueron pactados dentro del Acuerdo Final, alias Jesús Santrich fue acusado de narcotráfico por un juzgado de Nueva York y enviado a la cárcel de La Picota para iniciar un proceso de extradición.
Los argumentos para esa decisión, según el entonces fiscal Nestor Humberto Martínez, fueron "copiosas pruebas de un acuerdo para exportar 10 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, con un precio en el mercado local de 320 millones de dólares".
Santrich se sometió a una huelga de hambre para protestar contra esa decisión, que además le impidió tomar posesión de su nuevo cargo en persona. Según él y buena parte de la cúpula del recientemente fundado partido FARC (hoy Comunes), su captura no tenía fundamentos y era una forma de torpedear el proceso por parte de la derecha colombiana.
Tras la intercesión de la JEP y luego de pasar más de un año en prisión, consiguió la libertad por tres segundos, porque el CTI aseguró tener nuevas pruebas para incriminarlo.
Tras una última intercesión de la Corte Suprema de Justicia, Santrich fue finalmente liberado en mayo de 2019. Para ese entonces, Iván Márquez estaba en paradero desconocido y ya había mencionado en un comunicado que dejar las armas fue "un error" ante la evidencia del trato con Santrich.
Seuxis Pausias Hernández se instaló en su puesto como representante a la cámara el 11 de junio de 2019. Los parlamentarios de la derecha comenzaron a asediar a Jesús Santrich al estar en desacuerdo con su presencia.
Según un artículo del periódico El Espectador que salió en noviembre de 2020, las pruebas presentadas para incriminar a Santrich eran verosímiles pero falsas y fueron una jugada cómplice entre la Fiscalía y la DEA. Ante ese hecho, el senador de izquierda Gustavo Petro reprochó la debilidad que mostraron Márquez y Santrich al renunciar al proceso de paz si no le debían nada a nadie.
Sin embargo, el daño ya estaba más que hecho.
La huida
El 30 de junio de 2019, tras haber hablado con su familia por última vez, alias Jesús Santrich se separó de su esquema de seguridad y partió con rumbo desconocido. Luego, en agosto de 2019, Márquez, Santrich, Romaña y El Paisa aparecieron juntos en un video donde anunciaban su retorno a la lucha armada en lo que denominaron la "Segunda Marquetalia".
Por ese anuncio, los reincidentes perdieron los beneficios otorgados en la Jurisdicción Especial para la Paz; es decir, se reactivaban sus órdenes de captura y sus procesos de extradición. Asimismo, Jesús Santrich fue despojado de su curul y el Consejo de Estado le decretó muerte política; es decir, no podría volver a aspirar a ningún cargo de elección popular.
La fuerza pública colombiana también ofrecía diez millones de dólares por información para capturar a cualquiera de los miembros de la cúpula de la Segunda Marquetalia.
La muerte
Tras meses de rumores de que la cúpula de la Segunda Marquetalia estaría escondiéndose en territorio venezolano, se conoció que Santrich fue abatido en un campamento del estado Apure, un territorio que desde hace meses había sido asediado por grupos armados organizados de Colombia y cuyos habitantes estaban huyendo hacia los poblados colombianos.
Según versiones preliminares, un grupo de personas habría invadido el campamento donde se ubicaba Seuxis Pausias para cobrar la recompensa que se ofrecía por él.