“Escuadrón Suicida” fue la peor película de 2016, y la pieza más aburrida del Universo Compartido de DC hasta ese momento. Sin embargo, tuvo un punto positivo: la interpretación de Margot Robbie como Harley Quinn, la complice y amante del Guasón. Fue tanto el impacto y la popularidad del personaje, que Warner Bros decidió continuar su historia autorizando la creación de “Aves de Presa”, un spin-off con Quinn como personaje central.
Esta nueva película presenta a Harley separada del Sr. G., y en riesgo de muerte; la protección del Príncipe del Crimen ha caducado y todos aquellos que ha ofendido están buscándola. Dadas las amenazas de Black Mask, un mafioso que desea asesinarla como una muestra de su poder ante las demás organizaciones criminales de Gótica, Harley promete obtenerle un activo muy importante para su influencia sobre la ciudad. Mientras tanto, otras mujeres están detrás de Harley, no para recuperar el botín, sino para rescatar a la niña que lo lleva consigo.
“Aves de Presa” es tres veces mejor que “Escuadrón Suicida” dado el abordaje visual de la directora Cathy Yan: la acción en esta película es simplemente ridícula, carismática y repleta de las acrobacias ya extintas en el género; la Cuidad Gótica de Yen se beneficia de la colorida paleta de colores del director de fotografía Matthew Libatique (Black Swan, A Star Is Born), quien muestra preciosos amarillos en una decadente ciudad, y desconcertantes matices durante las secuencias más violentas; finalmente, el diseño de producción de K.K. Barret logra destacarse ya sea en una divertida batalla dentro de un parque de diversiones, o una frenética persecución a través de los mercados de pulgas de Gótica.
A pesar de semejantes puntos positivos, el guión tiene una estructura frustrante. La primera sección del filme maneja una narrativa fragmentada que funciona acorde a la locura de la protagonista, pero que resulta exagerada y termina arruinando la caracterización de los personajes secundarios: las demás “Aves de Presa”.
Una policía, una cantante, una asesina entrenada, y una ladrona, son interpretadas por mujeres capaces de atraer la atención del espectador hacia los conflictos que expresan. El problema es que nunca sabemos qué quiere cada una, y esto hace imposible involucrarse con la acción de la película más allá de su espectáculo. Cuando por fin estas mujeres se encuentran en la misma página que Harley Quinn, ya se está acabando la historia y esto es lamentable porque justo en el momento que todas colaboran para sobrevivir y levantarse entre sí, la historia gana la energía que no había evidenciado antes.
Por otro lado, incluso si Margot Robbie construye a una antihéroe inmensamente inteligente a pesar de ser impredecible (osea, la mujer escapa de sus problemas psicoanalizando a sus oponentes), el desarrollo de su personaje sufre los mismos problemas. Harley logra “independizarse”, pero es difícilmente un avance en su carácter que se sienta ganado.
Si bien “Aves de Presa” brilla gracias a una acción meticulosamente construida y la siempre bienvenida presencia de Margot Robbie, la historia no provee un equipo que sea tan fascinante como su personaje titular. Es cierto que Harley Quinn logra “emanciparse” pero ¿qué hay de las demás?
Carlos J. Yaya
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La fantabulosa, pero incompleta emancipación de las "Aves de Presa"
Mié, 12/02/2020 - 09:47
“Escuadrón Suicida” fue la peor película de 2016, y la pieza más aburrida del Universo Compartido de DC hasta ese momento. Sin embargo, tuvo un punto positivo: la interpretación de Margot Robb