El comisionado de paz de Colombia, Otty Patiño, lidera actualmente las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), mismo que ha estado marcado por tensiones y desacuerdos. En una reciente entrevista con periodistas, Patiño abordó varios temas cruciales en torno a la continuidad del proceso, destacando la necesidad de que el cese al fuego empiece a cobijar también los hostigamientos hacia la población civil.
“Pido que amplíen el concepto de cese al fuego y mire mucho más el tema de la disminución del hostigamiento a la población”, fue parte de lo que dijo Patiño, refiriéndose a las graves afectaciones que este tema ha tenido sobre las relaciones en la mesa de negociación.
Todo eso, sin dejar de lado la compleja situación de elasticidad que este flagelo supone para una negociación de cara a las comunidades, que sufren directamente el impacto de la violencia. Razón por la cual desde diferentes frentes se le ha exigido al gobierno priorizar la protección de los civiles mientras se encuentren abiertos los diálogos.
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Lo cierto es que el cese al fuego con el ELN ha sido un punto de fricción en las negociaciones. Al ser cuestionado sobre la continuidad de este acuerdo, Patiño fue claro en su posición: “Si no se ha reanudado (el cese al fuego), ¿pues qué va a pasar? Seguirán las opciones ofensivas contra estos grupos”.
¿Negociando con traquetos? Las críticas del ELN
Un tema especialmente contencioso en el proceso con el ELN ha sido la negociación paralela que ha propuesto el gobierno con las disidencias de las FARC, a las cuales el ELN ha calificado como "traquetos".
Antonio García, líder del ELN, ha criticado al presidente Gustavo Petro por priorizar estas negociaciones, argumentando que el gobierno está enfocado en acuerdos con grupos involucrados en economías ilícitas. Sobre eso, Patiño respondió: “No sé si ellos serán traquetos”.
Por otro lado, la próxima revisión del cese al fuego está programada para el 3 de agosto y hay una gran expectativa al respecto. Este punto de la negociación es crucial, dado que una de las mayores preocupaciones ha sido la violencia continua y el control territorial en las zonas rurales. Sin embargo, hay otros puntos que han hecho tremendamente compleja la negociación, como la reforma agraria propuesta por el Gobierno Petro, a la que el ELN ha calificado de superficial y condenada al fracaso.
García ha argumentado que las medidas propuestas por el gobierno no son suficientes para abordar las raíces del conflicto en el campo colombiano. En sus declaraciones, ha señalado que la alianza entre "terratenientes" y grupos ilegales sigue siendo un gran obstáculo para cualquier cambio significativo en el sector rural.
De igual manera, el líder guerrillero ha acusado al presidente Petro de actuar de manera oportunista y de buscar alianzas políticas que no abordan verdaderamente los problemas del país.
“El Gobierno se inclinó por darle solo un cariz de negociación con ‘grupos de traquetos y comprometidos con economías ilícitas”, señaló García, subrayando su descontento con el enfoque de paz del gobierno y reflejando además una profunda desconfianza sobre la mesa.
A pesar de ello, García asegura que el ELN sigue comprometido con la paz. Sin embargo, es claro que la revisión del cese al fuego este próximo 3 de agosto será un momento crucial en las negociaciones, dado que, como dijo el propio Otty Patiño, de no continuar podrían volver las hostilidades.