La familia de la deportista colombiana, Caterine Ibargüen se viste de luto tras la triste noticia de la muerte de Francisca Mena, madre de la reconocida atleta olímpica.
La Liga de Atletismo de Antioquia fue la primera en confirmar el fallecimiento y en expresar su profundo pesar. En un emotivo mensaje publicado el 10 de octubre, la entidad manifestó: "Con profundo respeto, la Liga de Atletismo de Antioquia envía sus condolencias a Caterine Ibargüen por la partida de su madre, Francisca Mena. Que su memoria sea siempre una bendición".
La relación entre Caterine y su madre fue siempre un pilar en su vida. En entrevistas pasadas, la atleta ha compartido cómo Francisca fue fundamental en su trayectoria deportiva. Caterine creció en un entorno que, aunque humilde, estaba lleno de amor y motivación. Recientemente, recordó momentos de su infancia en una finca llamada La Suerte, donde vivía junto a su madre. "Mi mamá y yo vivíamos en una finca... luego nos trasladamos a Apartadó con mi papá, pero mi mamá se quedó en Currulao", relató.
Este trasfondo familiar no solo forjó su carácter, sino que también cimentó su pasión por el deporte, una decisión que, sin duda, fue alentada por su madre. Caterine siempre ha atribuido gran parte de su éxito a la guía y apoyo incondicional de Francisca, quien la inspiró a perseguir sus sueños.
La comunidad atlética y las autoridades locales se han unido para ofrecer su apoyo a Caterine en este difícil momento. La Gobernación de Antioquia y el Instituto Departamental de Deportes también emitieron mensajes de condolencias, reafirmando su compromiso de acompañar a la atleta en su duelo. "Caterine Ibargüen Mena, en este momento difícil, la familia Indeportes Antioquia te abraza y acompaña. Que la fortaleza para superar este desafío esté presente contigo y tu familia", expresó el Instituto en un comunicado.
Un aspecto conmovedor de la conexión entre Caterine y su madre son los aretes que Francisca le regaló en su juventud. Estos aretes se han convertido en un símbolo de buena suerte y confianza para la atleta, quien ha mencionado en varias ocasiones que no compite sin ellos, según contó en una entrevista con EL TIEMPO,
La muerte de Francisca Mena deja un vacío en la vida de Caterine, pero también un legado de amor, perseverancia y fortaleza. La atleta ha sido un ejemplo de superación y dedicación, y es probable que continúe honrando la memoria de su madre en cada paso que dé en su carrera.
