La cultura ha marcado un amplio historial de tendencias relacionadas con la atracción sexual que puede percibirse como 'amor' o 'deseo', algunas van desde los comportamientos de las personas, mientras otras se interesan sus rasgos y características físicas.
Precisamente, los tatuajes, y los pircings han marcado un misterioso hito que durante décadas ha causado polémica, y es que para muchos este arte puede ser una representación artística que arraiga eventos inminentes en la vida de las personas, mientras que para otros es una acción irrazonable que no contribuye a la salud ni vitalidad de las personas.
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Estas expresiones corporales por lo general son elegidas por muchas personas que desean plasmar sus ideales, sus esencias y sus valores dentro de estructurados diseños con los que se sienten identificados. Hecho que ha generado que varios especialistas en sexualidad y salud mental se interesen en abordar este tema.
Para algunas comunidades, estos rasgos en específico suelen atraer sexualmente a personas que muestran su deseo y el magnetismo que los tatuajes o piercings pueden causar, esta tendencia se define como la estigmatofilia y aquí le contámos algunos de sus orígenes.
¿Cuáles son las características de la tendencia sexual, estigmatofilia?
De acuerdo con el medio digital 'Infobae' en diálogo con el médico psiquiatra y sexólogo, Walter Ghedin, habló sobre como se da este tipo de atracción sexual llamada estigmatofilia.
“La estigmatofilia tiene dos perspectivas para abordarla. Por un lado, están aquellos que se sienten atraídos por tatuajes, piercings o cualquier otro adorno corporal. Esta atracción se dirige tanto hacia una persona como hacia ese distintivo o símbolo. No representa un problema, ya que es simplemente una preferencia y, además, se conectan sentimentalmente con la persona, no solo con el tatuaje o exclusivamente con un piercing. No se trata de fetichismo, no en este caso", dijo el doctor especialista.
Asimismo, el experto destacó que otra característica de esta atracción conlleva a que las personas se fijen en los adornos de la persona más no en ella, por lo que manifestó que "este casi sí podría ser considerado como fetichismo, ya que la excitación no proviene de otra persona, sino de un objeto -que es el fetiche- o un tatuaje”.
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¿Cómo funciona la excitación sexual en estas personas?
Según lo mencionado por Ghedin, la excitación en este tipo de prácticas suele conectarse con una parte específico del cuerpo y con los objetos que la persona tiene, más no con el individuo en su totalidad, a diferencia de las personas que tiene fetiches con los pies, o que se sienten atraídos, por una parte, del cuerpo en específico como lo es la podofilia.
Por otra parte, el especialista en sexología clínica, Alexis Alderete, reveló como las personas que tienen la conducta de la estigmatofilia, se sienten atraidas por las personas que tienen tatuajes, piercing o cicatrices.
“Los piercings, tatuajes, o marcas en la piel como las cicatrices están atravesadas por historias personales y emocionales. Se trata de expresiones muy particulares que pueden estar influenciadas por historias y significados íntimos. Para quienes tienen estigmatofilia, la oportunidad de descubrir estas conexiones emocionales profundas es una gran motivación y excitación al momento de elegir con quién tener una relación sexual. Entonces, al momento de tener un encuentro, puede que haya una mayor implicación personal e intimidad en sus historias”, expresó el experto.
Además, el especialista especificó como algunas personas pueden llegar a los orgasmos durante los actos sexuales, rozando los tatuajes, cicatrices u objetos como aretes o piercing, "Por eso la estigmatofilia hace alusión a la excitación sexual o placer intenso que experimentan algunas personas por quienes portan piercings, tatuajes, o marcas en la piel como cicatrices que están atravesadas por historias personales y emocionales”.
Mientras tanto, según un informe de en la actualidad en Colombia, para el 2020, “el 6% de los colombianos mayores de 35 años tenían tatuajes, el 19% de 25 a 34 años y personas de 18 a 24 años, el 47% estaban tatuadas”, un porcentaje que va creciendo tras el paso de los años.