Muy poco se sabe del nombre de la práctica sexual que no requiere de la penetración que es llamada petting. Y, aunque muchos lo practican, no se conoce su significado popularmente.
Las relaciones sexuales tienen un amplio repertorio que se acomodan a los diferentes gustos y comodidades de las personas, por lo que con el tiempo al descubrirlas ha quedado claro que el sexo no solo consiste en la penetración, sino que hay que dejar explotar la imaginación y creatividad.
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El petting consiste en el placer sexual enfocado en los besos y caricias, pero no se reduce a únicamente estas dos opciones, pues también entran las miradas, las palabras y el jugueteo (como los disfraces o juguetes) que la pareja desee implementar y su palabra proviene del verbo to pet que significa acariciar.
Se cree que esta tendencia es utilizada solo en jóvenes, sin embargo resulta no ser del todo cierto, ya que, incluso, adultos mayores acceden a practicar el petting para experimentar cosas nuevas y encender la llama nuevamente.
Asimismo, esto aporta a que la pareja se conozca más a profundidad en cuanto a gustos y/o preferencias de las que no se tenían conocimiento, trabajando así más la seguridad y la confianza entre la pareja, además la mujer que no desea quedar en embarazo, con el petting puede no hacer uso de métodos anticonceptivos.
Por su parte, esta técnica ayuda a las personas que padecen de disfunción eréctil o vaginismo, facilitándoles una innovadora opción para que también puedan practicar a su manera las actividades sexuales, haciéndoles sentir placer y disfrutando de ello.
Algunos expertos dividen el petting en tres grados, siendo cada uno más subido de tono que el anterior, de manera que, el primero se basa en caricias y besos, el segundo en un toqueteo más a profundidad en zonas erógenas y en el tercer grado existe la posibilidad de correr el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual, ya que allí entra el sexo oral, por lo tanto se recomienda la protección adecuada.