Quienes lo han experimentado, le recomiendan a su género intentar esta forma de sentir placer, ya que aseguran que es una forma muy satisfactoria a la hora de tener relaciones sexuales, también conocido como el punto P masculino. Sin embargo, aún existen varios tabúes con esta práctica sexual, que imposibilitan que accedan a esto.
Cómo se mencionó anteriormente, alrededor de este tema rondan especulaciones que no son ciertas ni comprobadas. Principalmente, las personas asocian esta práctica con las personas homosexuales, quienes son los que más la practican. Pero, el hecho de que algún hombre decida hacerlo no invalida su orientación sexual.
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Esta es la mayor razón que se le escucha decir a los hombres, haciéndolo ver como algo malo, sin pensar en que esto no debería de influir en sus gustos, así que muchos lo dejan pasar aun cuando expertos les aseguran que podrían sentir uno de los mayores placeres en su vida sexual, al contrario, le toman mucha relevancia al qué dirán.
Antonio Murillo García, sexólogo y psicólogo explica qué el punto G: “Tiene como principal misión suministrar el fluido prostático o líquido seminal que se mezcla con los espermatozoides que vienen de los testículos, para que puedan sobrevivir y ser expulsados durante la eyaculación. Además tiene un papel fundamental en la fase de emisión y expulsión del reflejo eyaculatorio y su estimulación directa vía anal, puede en muchos casos potenciar esta respuesta eyaculatoria y la consecuente sensación orgásmica”.
También, cómo todo tiene su ciencia, hay que saber hacerlo para no ocasionar desgarres u otras situaciones dolorosas, que pueden acabar con la euforia del momento y dejar un sin sabor en el coito sexual, dándolo por terminado. Por eso, hay que informarse acerca del tema si se tiene en mente, para no pasar por situaciones incomodas.
Por otro lado, el punto G también se encuentra en las mujeres, Murillo García cuenta que: “Más que un punto en sí, es una zona, de muy pocos centímetros cuadrados de extensión, de la pared vaginal, especialmente sensible al tacto, por lo que, al recibir una estimulación adecuada puede proporcionar un placer intenso”. Sin embargo, hay más libertinaje a la hora de hablar de este tema en la mujer, que llega a ser más común.