Una de las preocupaciones más recurrentes durante la época de vacaciones, son los excesos y el impacto de los malos hábitos en la salud. Según la OMS, un estilo de vida saludable puede reducir el impacto de enfermedades crónicas no transmisibles, mejorar la salud y favorecer el bienestar general.
Según los expertos estos son algunos de los aspectos que se deben tener en cuenta para retomar hábitos y regresar a la rutina del trabajo o estudio, después de las vacaciones de mitad de año.
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1. Realice una evaluación de su estado físico
Es indispensable analizar qué aspectos cambian cuando se presentan tiempos de poca o ninguna actividad y algunos cambios abruptos en los estilos de vida. Además, si se cuenta con alguna patología o condición de salud es importante acudir a consulta con un especialista para seguir sus recomendaciones.
"Se debe revisar que el paciente no cuente con lesiones, validar su flexibilidad y fuerza. También es vital realizar una evaluación a nivel cardiovascular, osteomuscular y un análisis de la composición corporal. Los programas deben ser personalizados basándose en estos resultados", afirmó Alejandro Sarmiento, líder científico de Bodytech.
2. Diseñe un plan de alimentación
Es importante contar con un plan de alimentación balanceado, en este caso incluir proteína animal, frutas sin exceso, verduras, agua e ingesta de omega 3. Adicionalmente, disminuir el consumo de carbohidratos simples y acompañar con un programa de entrenamiento.
"Se recomienda consumir cinco porciones de fruta y verdura a la semana, mantener el aporte de proteína para producir saciedad y no perder masa muscular, y consumir grasas saludables como el aguacate y las semillas", destacó Sarmiento.
3. Retome el ejercicio de manera moderada
La frecuencia del entrenamiento depende de la actividad física que cada persona haya realizado antes o durante las vacaciones, pero es primordial iniciar de manera paulatina para evitar lesiones. El error más común es que se comienza a entrenar como si no se hubiera parado, con la misma fuerza, intensidad o cargas y esto puede tener graves implicaciones. Además, la mayoría de las veces existen alteraciones en la flexibilidad y el peso puede impedir que se realicen bien los ejercicios.
“Si se tenía un programa fuerte y se suspendió por completo, se debe iniciar con el 50% de la carga e ir aumentando semanalmente un 10% para que después del mes se logren manejar los pesos que se tenían antes de las vacaciones pero sí se realizó algún tipo de actividad física, el porcentaje de carga puede ser más elevado. Si es alguien con hábitos sedentarios, se recomienda empezar tres días a la semana no continuos e ir progresando cada 15 días”, explicó Sarmiento.
Finalmente, es importante hidratarse antes, durante y después de los entrenamientos, solo con agua, si por alguna razón la actividad física supera los 45 minutos, es importante aportar al cuerpo electrolitos y carbohidratos para ayudar a la recuperación.