En Colombia, el uso de la copa menstrual continúa siendo un tabú. Pese a que diversas investigaciones han demostrado que es una alternativa más económica, ecológica y saludable frente a los productos tradicionales como las toallas higiénicas o los tampones, aún pocas mujeres se atreven a probarlo debido a la desinformación y los mitos, que siguen creando barreras para su adopción masiva en el país.
De acuerdo con datos del DANE, solo el 2,8% de las mujeres menstruantes usan copas vaginales para atender su periodo, siendo una práctica más común entre mujeres jóvenes (4,4%), con educación profesional (6,0%) y con mayores ingresos (7,9%).
Maria Laura Guirald, líder de marca de Copa Uva, una de las compañías que ha liderado iniciativas para promover el uso de este dispositivo en el país, explica que el bajo porcentaje de uso refleja una profunda brecha tanto en el acceso a elementos de gestión menstrual como en la educación sobre este tema en Colombia.
Es por ello que su uso sigue rodeado de mitos y dudas que impiden que muchas mujeres se animen a probarla. Pero, ¿qué hay de cierto en estas creencias?
Lea también: ¿Cuáles son los signos del zoodíaco más infieles?
1. La copa es incómoda y difícil de usar:
Uno de los mitos más frecuentes es que la copa menstrual es incómoda o complicada de colocar. Sin embargo, la directiva de Copa Uva, señala que cuando se elige la talla adecuada y se coloca correctamente, no debería sentirse en absoluto. “Su diseño ergonómico permite adaptarse al cuerpo de manera cómoda, ofreciendo hasta 12 horas de protección sin fugas, incluso durante actividades físicas intensas”, afirma.
2. Se puede quedar atrapada o perderse dentro del cuerpo:
Muchas mujeres temen que la copa menstrual pueda "perderse" en su interior, pero esto es anatómicamente imposible. Ya que el cuello del útero tiene una abertura muy pequeña que impide que la copa lo atraviese. Además, existen diversas técnicas para retirarla fácilmente, como presionar suavemente la base para liberar el vacío.
3. Es difícil poner y retirar la copa:
Otro mito común es que el proceso de insertar o retirar la copa es complicado. Para colocar la copa menstrual de manera adecuada, es fundamental encontrar una posición cómoda. “Algunas opciones recomendadas incluyen estar de pie con una pierna elevada, en cuclillas o sentada en el inodoro. Existen diferentes técnicas para doblar la copa que facilitan su inserción, como el pliegue en forma de "C" o en forma de "7". Lo más importante es que cada persona explore y descubra la técnica y la posición que le resulte más cómoda y natural”, destaca Guirald.
Además: Este es el color de moda en 2025
4. No es higiénica y puede causar infecciones:
Otra creencia errónea es que puede causar infecciones. Según estudios médicos, la copa menstrual, al estar hecha de silicona médica hipoalergénica, no altera el pH vaginal ni favorece la proliferación de bacterias, siempre que se sigan las normas básicas de higiene. De acuerdo con la líder de marca de Copa Uva, este elemento se debe esterilizar al inicio y al final de cada periodo, sumergiéndola en agua hirviendo durante aproximadamente tres minutos. Mientras que en la menstruación, es suficiente enjuagarla con agua cada vez que se retira para eliminar los residuos.
5. La copa menstrual quita la virginidad:
También se ha dicho que no es adecuada para mujeres que no han tenido relaciones sexuales o que pueden perder la virginidad al usarla. Sin embargo, ginecólogos aseguran que su uso no está relacionado con la ruptura del himen y puede ser utilizada por adolescentes, siempre y cuando reciban la orientación adecuada.
6. Es más costosa frente a las toallas y tampones:
Contrario a lo que se cree, el uso de la copa menstrual puede representar para las mujeres un ahorro de hasta un 80% en productos menstruales, debido a su vida útil de hasta 10 años. Además, no genera impacto ambiental como los tampones y toallas higiénicas, cuyos residuos tardan entre 500 y 800 años en degradarse.
Más allá de los mitos, la copa representa un cambio cultural hacia la normalización de la menstruación y el cuidado del medio ambiente. Romper los mitos que la rodean es clave para que más mujeres descubran los beneficios de esta alternativa que, en silencio, está facilitando la forma de vivir el periodo.