La temporada de Navidad y de fin de año ya llegó y durante estos días el consumo de alcohol aumenta considerablemente, ya que en estas fechas las reuniones sociales para compartir con nuestros seres queridos son más frecuentes.
Por lo anterior, es muy importante tener cuidado con las bebidas alcohólicas que ingerimos, ya que muchos de estos licores se adquieren en lugares externos los cuales no cuentan con ningún registro oficial.
Es por esto que en Kienyke.com le traemos algunas recomendaciones para aprender a identificar el licor adulterado y evitar estragos en nuestra salud durante esta temporada de fin de año.
Revisar etiquetas y sellos
Identificar las etiquetas y los sellos en los licores es un paso fundamental, pues ocasionalmente el alcohol adulterado no tiene las mismas coloraciones en sus empaques si se compara con el original, y esta podría ser una alarma para evitar obtener o consumir estas bebidas.
La botella no debe tener residuos
Si se trata de un buen licor es imposible que en el fondo del recipiente se acumulen sedimentos, por lo anterior, debemos estar muy atentos y detectar si el alcohol que consumimos tiene estos residuos que son anormales. Si es así, evitemos consumirlo siempre.
Comprar el licor en sitios autorizados
Aunque en la temporada de Navidad las ventas de bebidas alcohólicas aumentan, al igual que su consumo, es fundamental elegir un establecimiento seguro para realizar estas compras y así evitarnos un problema. Una recomendación es comprar el licor en almacenes de cadena autorizados.
Desconfiar de los precios bajos
Si se trata de un buen licor, y sobre todo del que consumimos usualmente, deberíamos sospechar si nos ofrecen uno de menor precio, pues las botellas de estas bebidas no suelen variar mucho de precio, y si es un valor demasiado bajo deberíamos sospechar.
No recibir licor de personas desconocidas
En Navidad uno de los regalos predilectos de los colombianos es precisamente una botella de algún licor especial, sin embargo, no siempre sabemos de donde proviene y si es de parte de una persona en la que no confiamos mucho, es mejor no recibirlo.