Ante el riesgo de vencimiento que están enfrentando cerca de 800 mil dosis de vacunas en Colombia, Johanna Barbosa, Directora de Promoción y Prevención del ministerio de Salud, informó que se está analizando ampliar la vida útil de los biológicos con el fin de que puedan ser aplicadas hasta 24 meses después de su fecha inicial de caducidad.
La solicitud, que estaría siendo adelantada por la farmacéutica SINOVAC ante el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, INVIMA, busca salvar los biológicos cuya fecha de expiración inicialmente es de 6 meses (prevista para el 30 de septiembre), puedan aplicarse hasta por dos años.
Cabe recordar que en el caso de las vacunas por COVID-19, ante la premura de adelantar los procesos de vacunación, los biológicos fueron marcados con una fecha estimada de vencimiento, sin que esto signifique necesariamente su caducidad. Al ser experimentales, cada cierto periodo de tiempo los laboratorios siguen probando la efectividad de las vacunas para conocer hasta qué momento los anticuerpos siguen siendo efectivos contra el virus.
En un proceso similar se encontraría el laboratorio de Moderna, para extender la fecha de caducidad de las vacunas. Esto debido a que en Colombia hay 190 mil de estas vacunas que están en riesgo de vencerse ante la renuencia de gran parte de la población ante esta vacuna, debido a los malestares que suele presentar tras su aplicación.
La información fue compartida por el ministerio de Salud, durante la realización de una rueda de prensa encaminada a comunicar los esfuerzos que desde la entidad, en conjunto con la industria farmacéutica, se están adelantando para hacer frente a la escasez de ciertos medicamentos, entre ellos anticonceptivos femeninos, que se viene presentando no solo en Colombia sino a nivel mundial.
En esa línea, la ministra de Salud Carolina Corcho expresó que de la mano de la industria farmacéutica, el INVIMA, y las Entidades Prestadoras de Salud EPS, se trabaja en un sistema de reportes que le permita a la entidad anticipar, por medio de la vigilancia de la demanda, cualquier riesgo de escasez y tomar medidas antes de que se presente.
Según explicó, la lentitud del sistema de distribución de medicamentos, así como la falta de coordinación entre oferta y demanda, estarían agravando la situación en territorio nacional.