Este lunes, 16 de diciembre, la reforma política propuesta por el gobierno de Gustavo Petro sufrió un grave revés en el Congreso de la República.
El proyecto, considerado crucial para las transformaciones políticas del país, no pudo ser debatido ni votado debido a la falta de cuórum en la sesión plenaria del Senado. Esta situación bloquea definitivamente su avance y deja el futuro de la reforma política en un limbo.
La reforma, que pretendía modificar varios aspectos del sistema político colombiano, desde el fortalecimiento de la participación democrática hasta el ajuste de las estructuras electorales, había sido una de las propuestas clave del gobierno de Petro.
Sin embargo, este lunes quedó archivada, ya que no se alcanzó el número de congresistas necesarios para que el proyecto fuera discutido. Sin el cuórum mínimo requerido para iniciar la votación, el Senado no pudo avanzar con el proceso legislativo, lo que deja en evidencia las profundas divisiones y la falta de consenso dentro del Congreso.
Reacciones del gobierno y la acusación al presidente del Senado
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, no tardó en expresar su desacuerdo con lo sucedido. En declaraciones posteriores, Cristo aseguró que el gobierno continuará con los esfuerzos de diálogo con los partidos políticos para encontrar vías que permitan sacar adelante reformas que el ejecutivo considera fundamentales para el país.
Sin embargo, también cargó contra la mesa directiva del Senado, señalando de manera directa al presidente de la corporación, Efraín Cepeda, a quien acusó de ser responsable del fracaso de la reforma.
"Es lamentable lo que sucedió hoy. La mesa directiva mató por asfixia una reforma política que es absolutamente indispensable para el país", indicó Cristo, sugiriendo que la falta de cuórum no fue un accidente, sino una estrategia deliberada para bloquear la iniciativa del gobierno. Según el ministro, el resultado refleja la falta de voluntad política por parte de ciertos sectores del Congreso para avanzar en una reforma que el gobierno considera necesaria para mejorar la calidad democrática del país.
El proyecto de reforma política había sido introducido con la intención de modernizar el sistema electoral y mejorar la representatividad política en Colombia. Entre las propuestas destacadas se incluían la modificación del sistema de votación, la reducción de los umbrales para acceder a curules en el Congreso, y una reestructuración de las reglas que rigen las campañas políticas.
Para que la reforma se convirtiera en ley, debía superar cuatro debates en el Congreso, un proceso que, debido a la falta de cuórum en la plenaria del Senado, no fue posible. Este obstáculo refleja las complejidades y los intereses contrapuestos dentro de la política colombiana, en la que las reformas estructurales, especialmente aquellas relacionadas con el sistema electoral y la representación política, suelen generar resistencias.
Con el hundimiento de la reforma política, el gobierno de Petro se enfrenta a un desafío significativo en su agenda legislativa. Aunque el ministro Cristo ha insistido en que seguirán buscando el diálogo con los partidos políticos, la realidad es que el Congreso ha mostrado una resistencia considerable a las iniciativas propuestas, lo que podría retrasar o incluso impedir la implementación de cambios significativos en el sistema político colombiano.