En horas de la tarde de este lunes, 25 de julio, se conoció que el presidente electo por los colombianos, Gustavo Petro Urrego designó como nuevo Comisionado de la Paz al abogado y defensor de derechos humanos, Danilo Rueda.
Rueda, fue el Coordinador Nacional de la ONG Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (CIJP), una organización encaminada en la protección de los derechos humanos, la cual está conformada por diferentes iglesias que expone casos de violaciones a los derechos humanos cometidas en las regiones en conflicto en Colombia por las fuerzas de seguridad y los grupos paramilitares.
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Dentro de esta organización, los integrantes del grupo, entre ellos Danilo Rueda, fueron objeto en múltiples ocasiones de amenazas de muerte y otros actos de intimidación en el pasado, debido, según se ha conocido, a su labor por la defensa de los derechos humanos.
Y es que bien, hay que reconocer que Rueda, desarrolló diferentes y efectivas estrategias de protección y acompañamiento físico para las comunidades afectadas por las múltiples violaciones graves de derechos humanos.
Su compromiso en la lucha por los derechos humanos durante diecinueve años ha significado que, a pesar de las amenazas y desafíos, tales como montajes judiciales, ha tenido éxito en el desarrollo de un movimiento de víctimas a nivel internacional a través de la creación de la Red de Alternativas a la Impunidad y la Comisión de Ética.
Estos dos organismos se encargan de documentar y preservar pruebas y testimonios de víctimas de violaciones de derechos humanos, para que en el futuro, cuando las condiciones son apropiadas, puedan ser utilizadas en una Comisión de la Verdad.
No obstante, sobre Danilo Rueda recae un señalamiento procedente de la visita que realizó a la cárcel La Picota, en Bogotá, durante la campaña presidencial y en compañía del hermano del líder de la Colombia Humana, Juan Fernando Petro.
Hay que recordar, que dentro de este encuentro tomó valor el llamado “perdón social”, que hacía referencia a una expresión de la sociedad en busca de reconciliación. Por lo cual su principal componente se encamina a acabar con un conflicto armado interno en Colombia.
Nosotros vamos a brindar las opciones desde el 7 de agosto de un perdón social que incluye desde (Álvaro) Uribe hasta el Eln. No nos interesa iniciar nuevos ciclos de violencia, sino terminarlos todos y de manera definitiva. Queremos que ya no exista insurgencia armada contra el Estado, ni narcotraficantes al lado del Estado”, agregó Gustavo Petro tiempo después.
