El senador y precandidato a la Presidencia, Gustavo Petro, respondió a los señalamientos del expresidente Andrés Pastrana. Con su pronunciamiento se avivó el debate, que inició por su reunión con miembros de la compañía española Indra, encargada de auditar el software de las próximas elecciones en Colombia.
Es de recordar que, el exmandatario conservador arremetió en contra de Petro y del registrador Alexander Vega por el encuentro con Indra. La semana pasada expresó en su cuenta de Twitter su desconfianza por la cita del líder del Pacto Histórico y la compañía encargada del software electoral. Señaló que "un contrato a dedo a esa empresa que podría afectar la pureza del voto y la legitimidad democrática de los próximos comicios".
En una rueda de prensa de la coalición que encabeza, Petro lanzó un fuerte mensaje contra Pastrana al señalar que él "se hizo gracias a un fraude electoral", por lo que rechazó sus reclamos por el encuentro con Indra, en medio de su gira por Europa. "Él es heredero de un fraude, él es heredero político de un fraude. Él se hizo gracias a que hubo un fraude en Colombia que determinó también mi vida desde otro punto de vista, y a muchos de aquí. Pero ¿cómo así que no puedo hablar con Indra?, entonces ¿la ley que ordena la auditoría sobre el software se la pasan por la faja?, ¿no quieren que auditemos?, ¿Cómo se va auditar si no se relaciona uno con los que están haciendo el software?", dijo Petro.
El presunto fraude al que se refirió Petro es el que habría ocurrido en las elecciones de 1970. En esa oportunidad, el general Gustavo Rojas Pinilla sería el ganador de la jornada -según encuestas- pero fue vencido por el líder conservador Misael Pastrana Borrero, padre de Pastrana. A esta situación se sumó que hubo un corto de energía en algunos lugares del país y la gente no pudo seguir el minuto a minuto el escrutinio de los votos.
Como era costumbre en la época, las estaciones radiales contaban los votos mucho más rápido que la Registraduría, y se anunciaba una ventaja de Rojas sobre Pastrana de 1'235.679 votos sobre 1'121.958. En la noche del 19 de abril, el ministro Carlos Augusto Noriega ordenó a las estaciones abstenerse de divulgar resultados globales y dejar que la Registraduría diera el veredicto definitivo. En señal de protesta, el director de la cadena Todelar, Antonio Niño Ortiz, suspendió las transmisiones de los resultados electorales.
Una vez hecha la prohibición, el ministro presentó boletines en los cuales Rojas Pinilla superaba a Pastrana por un reducido margen. Pero en la mañana del 20 de abril de ese año el resultado era 1'368.981 votos para Pastrana mientras que Rojas tenía 1'366.364 y en los días posteriores los votos en favor de Pastrana aumentaron considerablemente, lo cual fue duramente cuestionado por los seguidores de Rojas.
Tras la derrota de Rojas, algunos miembros de la Alianza Nacional Popular (ANAPO), el partido de Rojas Pinilla, se separaron y en 1973 ese conjunto se hizo llamar Movimiento 19 de Abril (M-19); al cual se unió Petro en sus años universitarios.
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El expresidente no guardó silencio ante la embestida de Petro y respondió arremetiendo contra el candidato opositor. En su cuenta de Twitter, el líder conservador afirmó que el jefe político de Petro fue el capo del narcotráfico Pablo Escobar. "Petro: me hice a pesar de que su jefe Pablo Escobar me secuestró y luego sus amigos del narcotráfico me robaron las elecciones y tuve que reelegirme", trinó.
Sobre el comentario de Pastrana hay que reseñar que, durante décadas se ha hablado sobre la relación de Pablo Escobar y el M-19, y se afirma de un millonario pago por la quema de expedientes de Palacio de Justicia. Por ejemplo, John Jairo Velásquez Vásquez , 'Popeye', jefe de sicarios de Escobar así lo afirmó hasta el día de su muerte.
Todo indica que hubo conexión del M-19 con el cartel de Medellín para el asalto al Palacio. No obstante, no se ha concluido de manera precisa en qué nivel se dio el apoyo de Escobar al grupo guerrillero.
Por otro lado, el libro 'Mi confesión' del líder paramilitar Carlos Castaño, narra que en 1985 Carlos Pizarro y el Cartel de Medellín acordaron la toma del Palacio, a iniciativa de Escobar. Según Castaño, Pizarro cobró un millón de dólares por eliminar al presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes, y un millón de dólares por destruir todos los archivos.
