El senador Roy Barreras calificó como una “traición” las declaraciones que hizo el pasado miércoles el Alto Comisionado para la Paz Miguel Ceballos sobre la entrada de Cuba en la lista negra de Estados Unidos.
Esta semana el Departamento de Estado del país norteamericano entregó la lista actualizada de los países que no apoyan activamente la lucha contra el terrorismo y por primera vez en la historia Cuba y Venezuela entraron a esa lista.
Según el Departamento de Estado los miembros de Eln que están en Cuba y que son acusados de planear el atentado de enero de 2019 contra la Escuela de Policías en Bogotá que mató a 22 personas e hirió a más de 60, debieron ser extraditados por petición del gobierno de Iván Duque.
Por esa razón, el comisionado para la Paz de Colombia, Miguel Ceballos, dijo que la entrada de ese país a la lista negra corresponde a las numerosas denuncias que ha hecho el gobierno de Iván Duque sobre presencia de grupos guerrilleros en territorio venezolano.
“El pronunciamiento del comisionado Miguel Ceballos, que es el del Gobierno colombiano, es una afrenta en contra del Derecho Internacional humanitario, una violación de los protocolos internacionales de cualquier Acuerdo de Paz, es un acto de perfidia, y de traición a un país que generosamente sirvió de anfitrión para permitir la posibilidad de la paz”, manifestó el senador Barreras a Kienyke.com.
Señaló que este es un pronunciamiento “que termina de tirar al mar las posibilidades y la llave de la paz”.
“No se puede romper protocolos internacionales, patear en la cara a los países garantes, pedir la extradición de quienes hacen parte de la mesa de negociación y decir de manera mentirosa que se tiene alguna intensión de la paz. No se hace la paz de esa manera”, expresó el congresista de la U.
Barreras manifestó que la diplomacia colombiana es la más afectada con estas declaraciones de parte del Gobierno Nacional.
“Esos últimos protocolos fueron los que usó el mismo Gobierno Trump con los terroristas talibanes en Afganistán para firmar su acuerdo de paz. Ahí hay una doble moral que solo pretende arrodillarse ante los sectores más radicales de la Casa Blanca para servir a los intereses del presidente Donald Trump. Servir de peones en el tablero de ajedrez político de Trump, es una condición humillante para la diplomacia colombiana”, concluyó.