La Plenaria del Senado aprobó en cuarto y último debate el proyecto 'Ley Comida Chatarra', el cual promueve entornos alimentarios saludables mediante el acceso a una información clara, veraz, oportuna, visible y suficiente, sobre los componentes de los productos comestibles y las bebidas que se ofrecen en el país, especialmente para los niños, niñas y adolescentes.
La iniciativa no sólo busca la implementación de un etiquetado frontal de advertencia que dé a conocer de manera simple a los consumidores el contenido nutricional real de los productos comestibles o bebidas ultraprocesadas. Además, quiere aportar a la construcción de medidas eficientes que prevengan en la población colombiana Enfermedades No Transmisibles (ENT) como obesidad, hipertensión, diabetes entre otras, las cuales se relacionan principalmente con los malos hábitos alimenticios.
"La propuesta hace parte de las recomendaciones que promueven organismos internacionales como la Organización Panamericana de la Salud y Unicef y que ya fue aprobada en Chile, México, Uruguay y Perú, países en los que ha demostrado ser una medida efectiva en la reducción de los índices de obesidad de la población", indicó el representante Mauricio Toro, autor del proyecto.
El proyecto plantea que todos los productos comestibles o bebibles clasificados de acuerdo a nivel de procesamiento que superen los umbrales establecidos por el Ministerio de Salud deberán implementar un etiquetado frontal donde se incorpore un sello de advertencia.
Ese etiquetado deberá ser de alto impacto preventivo, claro, visible, legible, de fácil identificación y comprensión para los consumidores, con mensajes inequívocos que adviertan al consumidor de los contenidos excesivos de nutrientes críticos.
La reglamentación de los parámetros técnicos de este etiquetado estará en cabeza del Ministerio de Salud, que debe definir la forma, figura, símbolos, textos, valores máximos, colores, tamaño y ubicación en los empaques de los productos que deban contenerlo, basándose en evidencia científica disponible.
"En este contexto de la pandemia es más importante que nunca tener un entorno de cuidado que promueva prácticas de alimentación saludable, especialmente en nuestros niños. Una mala alimentación presenta no solo graves consecuencias para la salud sino también para la economía y la sociedad en general", indicó la senadora Nadia Blel.
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"Esta propuesta es una medida que protege el derecho a la salud y a la información de todos y todas, privilegiando los derechos de niñas, niños y adolescentes. Así mismo, incide en la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles asociadas al consumo de estos productos, como la diabetes tipo 2 o la hipertensión", expresó RedPapaz, una de las organizaciones que ha promovido la iniciativa.
En Colombia, el 21,5% de los hogares consume alimentos ultraprocesados. Como asegura la Organización Panamericana de la Salud, en América el 44% de las muertes son causadas por enfermedades relacionadas con dietas poco saludables.
Para este organismo, "las advertencias nutricionales en el frente de los envases de los alimentos que advierten del contenido excesivo en grasas, azúcares y sal son la mejor manera de ayudar a las personas a evitar compras no saludables".
Algunos congresistas han reaccionado a la aprobación del proyecto: