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Este lunes 17 de febrero, el presidente Gustavo Petro apareció en su cuenta de 'X' (antes Twitter) con una invitación para su homólogo, Javier Milei para que piense invertir en café colombiano, tras una polémica iniciativa de criptomonedas del mandatario argentino, se ha convertido en un tema de conversación obligado en las redes sociales y los círculos políticos de América Latina.
Todo comenzó el pasado viernes cuando Javier Milei, presidente de Argentina, compartió un mensaje en el que promocionaba el proyecto "Viva la libertad project". Este plan, que giraba en torno a la criptomoneda $LIBRA, tenía como objetivo financiar pequeñas empresas y emprendimientos argentinos a través de inversiones digitales. Milei, conocido por sus posturas ultraliberales, parecía querer demostrar que bajo su administración Argentina podía ofrecer oportunidades de inversión innovadoras y disruptivas, especialmente en el mundo de las criptomonedas.
Sin embargo, lo que parecía ser un intento de mostrar modernidad y apertura económica terminó en un descalabro.
Horas después de haber publicado el mensaje, Milei decidió retractarse y borrar el tuit. A través de otro mensaje en su cuenta, explicó que no estaba completamente informado sobre los detalles del proyecto y, tras haber profundizado en ellos, optó por “no seguir dándole difusión”.
Este giro repentino no pasó desapercibido, sobre todo porque el valor del token $LIBRA experimentó un auge inmediato, para luego desplomarse, lo que generó críticas sobre posibles fraudes y comparaciones con esquemas Ponzi, conocidos en el mundo de las criptomonedas.
La respuesta internacional no tardó en llegar. Entre las reacciones más destacadas, la del presidente colombiano Gustavo Petro fue particularmente llamativa. En un tono sarcástico pero cargado de crítica, Petro utilizó las redes sociales para señalar a Milei.
"Un país no es un casino, es un pueblo", escribió el mandatario colombiano, apuntando a la naturaleza especulativa del proyecto. Pero lo que realmente sorprendió a los observadores fue la invitación que Petro lanzó a Milei: "Invierta, presidente, en café colombiano, está creciendo de precio internacional como nunca antes. Y se vende también por libras. No lo hacen magnates estafadores, sino el campesinado de mi tierra, es muy bueno, sabe a paz, tiene aroma de belleza y decencia".
La propuesta de Petro no solo sirvió como una crítica velada a la forma en que Milei había manejado el tema de las criptomonedas, sino que también resaltó la diferencia de enfoque entre ambos presidentes sobre el tipo de inversión que deberían buscar sus países.
Mientras Milei parecía seducido por el mercado digital, Petro optaba por defender los productos agrícolas colombianos, con énfasis en el café, un producto emblemático de la nación que ha experimentado un notable repunte en los mercados internacionales.
Este episodio refleja las tensiones entre dos modelos económicos diametralmente opuestos. Por un lado, Milei sigue promoviendo políticas económicas ultraliberales, apoyando la privatización, la inversión en criptomonedas y la desregulación.
Por otro, Petro ha adoptado un enfoque más progresista, buscando fortalecer sectores tradicionales como la agricultura, en un intento por mejorar las condiciones del campesinado y diversificar las fuentes de ingresos del país.
En cuanto al futuro del "Viva la libertad project", queda claro que la iniciativa ha sufrido un fuerte golpe tras la retractación de Milei.
Los economistas y analistas han advertido sobre la vulnerabilidad de los activos digitales y la falta de regulación, un tema que podría seguir generando controversia en los próximos meses. Mientras tanto, la invitación de Petro a invertir en café colombiano parece haber capturado la atención de aquellos que buscan opciones más tradicionales y, en muchos casos, menos arriesgadas.