El pasado 29 de enero, la exjefa de gabinete del gobierno de Gustavo Petro, Laura Sarabia, asumió oficialmente el cargo de ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, en reemplazo de Luis Gilberto Murillo, quien presentó su renuncia días antes. Su llegada a la Cancillería se adelantó a lo previsto, ya que se esperaba que asumiera el cargo el 1 de febrero.
Ante este nombramiento, el excanciller Álvaro Leyva se pronunció en redes sociales, sugiriendo que el 26 de enero fue un "día fatídico" para Colombia. En su publicación, calificó lo ocurrido como una "tragedia" protagonizada por un "elenco de segunda o tercera", dejando en evidencia su fuerte desacuerdo con la decisión.
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Sin mencionar nombres, Leyva manifestó que una persona clave en esos acontecimientos fue ascendida a un alto cargo en el Estado, insinuando que su nombramiento podría estar ligado a su conocimiento de "secretos non santos". "¿Ascendiste porque conoces demasiados secretos de hechos de los cuales hiciste parte y lo estás cobrando?", escribió, aclarando que no era una acusación personal, sino algo que "dice la calle" y que es "vox populi".
Reconocido por su papel en la política colombiana y en los procesos de paz, Leyva cerró su mensaje con una advertencia: "¿Será el anticipo de algo más de fondo para lo cual los colombianos nos debemos preparar?". Sus palabras desataron especulaciones sobre su destinatario, pero poco después, en diálogo con un medio nacional, confirmó que hablaba de Laura Sarabia.