El exgobernador de Boyacá y actual precandidato a la Presidencia, Carlos Amaya, habló con Kienyke.com sobre el proyecto político que está construyendo de cara a las elecciones de 2022 junto a la Coalición Centro Esperanza. Explicó que su propuesta está edificada desde un centro a través del cual pretende realizar las grandes reformas que necesita Colombia y trabajar por sectores que han estado en el olvido de muchos gobiernos, como es el caso del campesinado.
Amaya se inscribió para competir en la consulta del centro con el aval del Partido Dignidad. Representa al sector del Partido Verde que le apostó a la Coalición Centro Esperanza por encima de otros proyectos en el sector alternativo. Con 25 años de edad, fue elegido como representante a la Cámara por Boyacá, siendo el más joven de Colombia, y en su ejercicio en la Gobernación, fue destacado como el mejor mandatario regional del país por el panel de opinión realizado por Cifras y Conceptos y finalizó su mandato como el gobernador con la mayor imagen favorable, según encuesta del Centro Nacional de Consultoría
Pese a contar con gran popularidad en Boyacá, su nombre resulta desconocido en algunas regiones del país, ¿quién es Carlos Amaya?
CA: Lo más importante de mi vida es que vengo de una humilde familia campesina. Mi papá vendía leche y mi mamá era empleada doméstica, así la conoció y así la conquistó. Esa historia me gusta contarla porque creo que es haber visto a los ojos a la pobreza y haber podido salir adelante. Hago parte de los millones de colombianos que les ha tocado duro. Mi papá me pudo dar educación y eso ha sido el regalo más grande. Soy ingeniero electrónico de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, fui líder estudiantil y presidente de la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles, fui elegido como representante de todos los estudiantes universitarios de Colombia ante el Consejo Nacional de Educación Superior, y también me gradué de magíster en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Externado de Colombia, y en 2020 cursé un máster interuniversitario en Historia Económica en la Universitat de Barcelona. Fui representante, uno de los mejores, según encuestas, luego llegué a la Gobernación de Boyacá y ahora aspiro a la Presidencia.
Cuando uno habla con los precandidatos de la Coalición Centro Esperanza es inevitable preguntar por las disputas al interior de la misma. ¿Cómo califica este ejercicio, partiendo de que se han enfrascado en discusiones de mecánica electoral?
CA: Creo que esta coalición representa la esperanza. A las mayorías de colombianos que no se sienten representados por los extremos, por Uribe o Petro. Los que creen que hay una opción distinta. La gente espera una propuesta de cambio colectivo, que invite a luchar desde la esperanza y no desde la rabia o el resentimiento. Necesitamos unir y reconciliar a Colombia. Lastimosamente no es el ejemplo que ha dado la coalición. Ante esas discusiones he guardado silencio, no porque no quiera adoptar una postura sino porque los colombianos no quieren más peleas, quieren propuestas.
Hace unos días se habló de su renuncia, ¿por qué decidió seguir en la carrera?
CA: A algunos les molesta que alguien que anda de ruana sea candidato. A veces es incómodo para el establecimiento. Pero mi mensaje es que deberían estar pidiéndole la renuncia a Alejandro Char por el escándalo que tiene de corrupción y clientelismo. Me parece que es desafortunado que pidan mi renuncia, pero ante eso trabajo con más esfuerzo y disciplina.
El Partido Verde se fracturó, eso es innegable, ¿cómo ve a su partido actualmente?
CA: No haber elegido a un candidato presidencial es una decisión desafortunada que, entre otras cosas, desconoce a las bases del partido. La dirección nacional cometió un gran error y le va a costar. Es hora de que el verde se democratice. Una persona no puede decidir el futuro del partido por importante que sea.
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¿Cuál es su propuesta de gobierno?
CA: El gran problema de Colombia es la desigualdad. Duque no puede seguir sacando pecho y diciendo que todo está bien cuando hay 21 millones de colombianos en la pobreza. No hay que ser muy genio para entender que hay que aumentar el consumo (que no haya tanta gente pobre). El 1% más rico del país concentra el 20% del ingreso nacional, mientras que el 50% más pobre concentra apenas el 11%. Necesitamos una reforma tributaria que pueda cobrarle más impuestos a los que más tengan para que el Estado pueda ayudar a los más pobres. Con un buen recaudo y demás entradas podemos hacer varias cosas; la primera, brindar educación pública de calidad gratuita; la segunda, una salud digna, que no sea un negocio; la tercera, modernizar el aparato productivo, que empiece por el campo.
Mi propuesta fundamental es invertir en el campo en cinco ejes: modernización tecnológica, mejoras en las vías terciarias, control de precios de insumos, garantía de canales de comercialización y debemos trabajar en el tema de la tierra. ¿Expropiando? No. Lo que hay que hacer es ponerle impuestos elevados a la tierra improductiva y reducir las hectáreas que se destinan para la ganadería a un 13%.
Partiendo de esos planteamientos, ¿modificaría los tratados comerciales que tiene Colombia?
CA: Hay que revisarlos más no incumplirlos de inmediato. Importamos 14 millones de toneladas cuando acá hay un montón de campesinos aguatando hambre. Además, estamos dependiendo de los precios internacionales y eso ha encarecido el valor de vida y la inflación está disparada.
¿A qué se compromete hoy como candidato si llega a la Presidencia?
CA: Me comprometo a no olvidarme de dónde vengo. Me comprometo a jamás olvidar lo duro que me tocó en la vida porque cuando uno tiene claro eso lucha desde el poder por hacer un país más justo. Las luchas de los colombianos serán importantes para el gobierno. Y me comprometo a trabajar por un país que sea el que todos queremos, en el que los sueños de todos quepan y en el que los colombianos que luchan tengan el lugar que se merecen.
