El expresidente Álvaro Uribe se pronunció en su cuenta de Twitter sobre las confesiones de algunos exmilitares que, ante la Justicia Especial para la Paz (JEP), aceptaron haber cometido crímenes de lesa humanidad y asesinatos a sangre fría en Dabeiba, Antioquia.
Y es que ocho excoroneles del Ejército Nacional arribaron al municipio antioqueño para hablar de lo ocurrido. Aceptaron haber asesinado civiles inocentes para hacerlos pasar por guerrilleros.
Fidel Iván Ochoa Blanco, exintegrante del Batallón contra Guerrilla, reconoció que sus superiores de entonces les exigían, a toda costa, aumentar el número de bajas provenientes de la guerrilla.
Efectuamos y creamos un libreto casi perfecto donde se nos facilitó porque estas personas presuntamente tenían un vínculo con la guerrilla. Desde ese primer momento, nuestros comandantes nos inculcaron que necesitaban altos números de muertos.
William Andrés Capera, quien tuvo formación como médico forense, relató que le pedían maquillar y manipular las escenas del crimen y los rastros de los asesinatos para que no hubiese sospechas de que los responsables estaban en el Ejército.
Las confesiones de los exmilitares llevaron a Álvaro Uribe, expresidente, a redactar el siguiente trino, afirmando que le duele que los hechos hayan ocurrido sin que él siquiera supiera, dañando ahora la imagen de su gestión en seguridad cuando ofició como máximo mandatario de Colombia:
Duele y mortifica que hubieran negado falsos positivos, les creímos, y ahora los aceptan; incluso la Fundación de Herbin Hoyos, qepd, defendió un caso de Dabeiba, anterior a mi Gbno. Y apoyamos esa defensa. Los cometidos durante mi Gbno mancharon la Seguridad Democrática que bastante sirvió al país. Cualquiera de estos delitos es grave sin que importe el número ni los casos de falsas acusaciones. Mi afectación es mayor por mi inmenso cariño a los soldados y policías de Colombia.
A su turno, el presidente Gustavo Petro se pronunció sobre lo revelado en Dabeiba. Criticó los métodos de la seguridad democrática y dijo que hay miles de ciudadanos que siguen aplaudiendo o negando la ignominia de los crímenes registrados.
Una seguridad construida sobre la sangre inocente de miles, no es seguridad, es la mayor inseguridad humana. Con estos asesinatos sistemáticos, querían que la zozobra del colombiano se convirtiera en tranquilidad y la tranquilidad en apoyo electoral.