El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, juró este viernes su tercer mandato consecutivo en un acto solemne marcado por la controversia, la polarización política y el aislamiento internacional. A pesar de las fuertes acusaciones de fraude y la falta de reconocimiento de la comunidad internacional, él se mostró firme en su compromiso con lo que calificó como el "período de la paz", respaldado por el apoyo incondicional de los militares y los poderes del Estado.
Ante el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, quien le dio la investidura, Maduro proclamó: “Juro que este nuevo período presidencial será el período de la paz”, subrayando su propuesta de mantener la estabilidad del país a pesar de las críticas y los cuestionamientos que han marcado su gestión. El discurso, lleno de exaltación sobre su labor, fue un repaso de los "logros" de su administración, en los que incluyó su defensa de la Constitución y su lealtad al legado del fallecido Hugo Chávez.
“Si algo caracteriza a Venezuela es la historia de resistencia heroica”, expresó Maduro, haciendo énfasis en la lucha contra los “imperialismos” y reafirmando que su gobierno continuará con la lucha que, según él, ha definido al país por más de 500 años. También se autodenominó un “constitucionalista”, asegurando que siempre ha cumplido con la Carta Magna, aunque admitió que a algunos les puede “arder” esa realidad.
A la ceremonia de juramentación asistieron altos funcionarios del régimen, como el fiscal general Tarek William Saab, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. Entre los presentes, se destacó la presencia de la esposa de Maduro, Cilia Flores, y figuras clave del chavismo, como Delcy Rodríguez y Diosdado Cabello.
El proceso electoral que llevó a Maduro a su tercer mandato sigue siendo objeto de controversia. A pesar de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como ganador de los comicios presidenciales del 28 de julio, la oposición, organizada bajo la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha rechazado los resultados. Según ellos, el verdadero ganador sería el opositor González Urrutia, quien, según su declaración, ha recibido el apoyo de la mayoría del electorado y de las actas electorales. La PUD sostiene que ha recolectado el “85 % de las actas electorales” como prueba de su triunfo, aunque el gobierno califica estos documentos como “falsos”.
En medio de la división política, tanto dentro como fuera de Venezuela, el liderazgo de Maduro sigue siendo respaldado principalmente por sus seguidores dentro del chavismo y el aparato estatal, mientras que gran parte de la comunidad internacional, incluyendo la Unión Europea y los Estados Unidos, continúa sin reconocer su mandato como legítimo.