El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha para denunciar y recordar la violencia que sufren las mujeres en todo el mundo, motivando a las mujeres a salir a las calles para exigir el cese de la violencia y la desigualdad de género, un tema preocupante pues de acuerdo a las cifras de Naciones Unidas, se calcula que, a nivel global, 736 millones de mujeres, es decir, casi una de cada tres, han sido víctimas de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.
Detrás de la historia del 25N, está el movimiento feminista latinoamericano que a comienzos de los ochenta decidieron conmemorar y recordar a las hermanas Mirabal: Patria, Minerva y María Teresa. Tres activistas políticas que fueron asesinadas en República Dominicana por órdenes del dictador Rafael Leónidas Trujill en 1960.
Sin embargo, fue hasta 1981 cuando en Bogotá se llevó a cabo el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe donde recordando la historia de las hermanas Mirabal se decidió marcar este día como el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres.
A este hecho sin precedentes, le antecedieron nuevas luchas como la de 1991 cuando mujeres iniciaron una campaña de 16 días de activismo en el Centro para el Liderazgo Global de Mujeres para hacer un llamado sobre las violencias que debían enfrentar las mujeres. Hasta que en 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el concepto de violencia contra la mujer como:
“Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”, menciona el documento.
Además, a partir de este momento la organización invitó a Gobiernos y demás entidades a sensibilizarse sobre esta problemática.
Las mujeres marchan por muchas razones. Algunas de las principales son:
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Para denunciar la violencia contra las mujeres:
La violencia contra las mujeres es un problema global que afecta a millones de mujeres y niñas. Las mujeres marchan para denunciar esta violencia y exigir que se tomen medidas para prevenirla y castigarla.
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Para exigir la igualdad de género:
Las mujeres aún enfrentan discriminación y desigualdad en muchos ámbitos de la sociedad. Las mujeres marchan para exigir que se respeten sus derechos y que se promueva la igualdad de género.
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Para promover el cambio social:
Las mujeres marchan para generar conciencia sobre la violencia contra las mujeres y la desigualdad de género. También marchan para promover el cambio social y construir un mundo más justo e igualitario para las mujeres.
¿Qué se pide en las marchas?
En las marchas del 25 de noviembre se suele exigir la aprobación de leyes que protejan a las mujeres de la violencia, así como el aumento de la inversión en servicios para víctimas de violencia.
Asimismo, quienes marchan exigen la formación de profesionales para prevenir y atender la violencia contra las mujeres y el cambio de actitudes y valores que promueven la violencia contra las mujeres.
¿Qué se ha logrado con las marchas?
Las marchas del 25 de noviembre han logrado avances importantes en la lucha contra la violencia contra las mujeres. En muchos países se han aprobado leyes que protegen a las mujeres de la violencia, se han aumentado los servicios para víctimas de violencia y se ha promovido la formación de profesionales para prevenir y atender la violencia. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. La violencia contra las mujeres sigue siendo un problema grave en todo el mundo.
De este modo, esta fecha es una oportunidad para que las mujeres se expresen y se hagan escuchar, además de un mecanismo de denuncia y un símbolo de la lucha por la igualdad y la justicia para las mujeres.