Diego Daza, ingeniero industrial de formación, revolucionó por completo su vida y la de su familia al decidir dedicarse de lleno a la música vallenata. Aunque sus composiciones ya habían sido interpretadas por artistas reconocidos como Silvestre Dangond, Peter Manjarrés y el Binomio de Oro, su profundo amor por la cultura vallenata y sus sueños lo llevaron a abandonar su carrera como ingeniero para centrarse en cantar sus propias canciones.
Este cambio de rumbo se produjo hace nueve años, cuando el acordeonero Carlos Rueda también atravesaba una etapa de transformación al regresar de Cúcuta a Valledupar. En ese momento, sus caminos se cruzaron y juntos iniciaron un proyecto que hoy cuenta con tres discos, numerosas giras nacionales e internacionales, y dos nominaciones al Latin Grammy.
El éxito de Diego Daza comenzó mucho antes de este giro en su vida. “Siempre lleve de la mano los estudios con la música”; a pesar de estar en plena formación como ingeniero industrial, ya daba sus primeros pasos en el vallenato como compositor. Aunque recibió oportunidades para componer para diversos artistas, fue el reconocimiento de Martín Elías con la canción ‘Al fin llegaste tú’ lo que catapultó su carrera, impulsándolo a convertirse en cantante.
Vea la entrevista completa de Kién es Kién a Diego Daza:
Diego Daza, criado en la fe de la Iglesia, se considera un hombre profundamente creyente, aunque no un católico devoto. “Dios pone en el camino a las personas adecuadas”, comenta al recordar a aquellos que, aunque ya no están, fueron fundamentales para que alcanzara el éxito que disfruta hoy.
Omar Geles, Kaleth Morales y Martín Elías jugaron un papel crucial en diferentes etapas de su vida y carrera. “Omar Geles siempre fue el responsable de que la música vallenata se mantuviera viva”, afirma al recordar al compositor recientemente fallecido, autor de éxitos como ‘Los caminos de la vida’ y ‘A blanco y negro’.
Kaleth Morales y Martín Elías, por su parte, fueron claves para acercar a Daza al vallenato y motivarlo a grabar sus propias canciones. “Cuando Kaleth llegó al vallenato, me convertí en su fan; quería ser compositor como él”, rememora Daza sobre sus años de juventud en Pamplona, Norte de Santander. “Martín me dijo: ‘Compadre, grabe su primer álbum, no tenga miedo’”, expresa mientras evoca ese momento decisivo en la grabación de sus primeros sencillos.
Hoy, Diego Daza continúa avanzando en su carrera, impulsado por el apoyo de estos ángeles y por la pasión que siente por el vallenato. Con cada nuevo proyecto y cada escenario internacional que conquista, Daza no solo celebra su éxito personal, sino que también honra la memoria y el impacto de quienes le ayudaron a llegar hasta aquí. Su historia es un testimonio de cómo la dedicación y la disciplina pueden transformar los sueños en una realidad.