Confundida y angustiada, así estaba yo con 21 años y un futuro brillante por venir, estaba estudiando en la universidad y era la presentadora de noticias más joven de mi país, pero me enteré de que estaba en embarazo y como suele suceder, el papa de mi hijo se hizo el desentendido y desapareció.
Ahí quede yo, que trabajaba para pagar mi universidad. ¿A qué hora iba a cuidar un bebé? me preguntaba. Una de mis compañeras de estudio me regaló unas pastillas para abortar, eran rojas y muy pequeñas, me dijo tómese dos y mañana se le acaba el problema.
Cuando llegue a casa saqué las pastillas del bolsillo y sentí un calorcito en el estómago y allí me di cuenta que no podía tocar mi vientre con la misma mano en que tenía el arma asesina, así que boté a la basura el paquete de pastillas y acaricié mi barriguita, ese calor que provenía de allí se trasladó a la mano, era un calor del que sabía no podía prescindir el resto de mis días.
Nueve meses después nació Mateo, un rubiecito con unos ojos azules grandes y brillantes que borró con un gesto, el miedo que me paralizaba.
Todos aquellas personas que pensé se iban a alejar de mí, se acercaron más, mi familia, mis amigos, mis compañeros de trabajo, me había convertido en una orgullosa madre soltera, pero no todo era color de rosa era complicado estar sola, sin pareja, con tanta responsabilidad encima y el monstruo de la depresión apareció en mi vida, noches en vela con la almohada húmeda de tanto llorar hasta que un día, mi bebe que ya tenía 3 añitos y dormía a mi lado, sacó su manita y sin despertarse completamente la puso sobre mi cara y mientras me daba palmaditas para quitarme las lagrimas, me dijo a media lengua: "Tanquila mami que yo etoy contigo".
Ahora él se ha convertido en mi roca, en mi polo a tierra, en mi fuente de carcajadas y despertó en mi un amor tan grande que es imposible describir. Hoy tiene 17 años y no recuerdo haber tenido una sola pelea con él, es mi mejor amigo y sigue siendo quien me cambia las lágrimas por sonrisas con su inigualable humor.
Así que hoy te digo a ti, que estas embarazada y tienes dudas, ¡aborta!, aborta la idea de dejar ir el regalo más grande que puede recibir una mujer.
Aborta la idea de matar, tira ese pensamiento a la basura y conviértete en madre, por Dios te juro que no te arrepentirás, pon en este momento tu mano en tu vientre y sentirás ese calorcito que no es otra cosa más que tu hijo diciendo "Tanquila mami que yo etoy contigo".
¿Estás embarazada y no sabes qué hacer? ¡aborta!
Mar, 08/05/2018 - 11:07
Confundida y angustiada, así estaba yo con 21 años y un futuro brillante por venir, estaba estudiando en la universidad y era la presentadora de noticias más joven de mi país, pero me enteré de q