Esto reza la letra de aquella famosa canción del compositor Rafael Manjarrez e inmortalizada por el cantautor guajiro Silvio Brito y que desde hace 30 años se ha vuelto emblemática del ya internacional Festival de la Leyenda Vallenata, que dio inicio el pasado viernes 25 de abril. Sin embargo, en sus cincuenta y un años de vigencia del festival y en los más de cien de creado este género musical del norte del país, son muchas las anécdotas y experiencias que han surgido alrededor de esta expresión musical y cultural, siendo una de ellas, la cercanía que sus principales exponentes han tenido con el delito. Quizá el principal exponente de la música vallenato y quien frecuentemente ha sido asociado con drogas y excesos, es y seguirá siendo nuestro recordado Diomedes Díaz, sin embargo, este no ha sido el único que ha estado involucrado en escándalos o por lo menos, relacionado con personajes vinculados al mundo del delito y el crimen. Casos como el recientemente recordado, en el que el principal representante de la dinastía Zuleta; Poncho Zuleta en una presentación en el municipio de Astrea (Cesar) hace ya varios años, exaltaba a los paramilitares gritando “viva la tierra paramilitar, vivan los paracos (sic)”, nos recuerdan que como artistas y figuras públicas, sus acciones y opiniones siempre estarán a la orden de la opinión de fanáticos y opositores. Ya anteriormente se habían conocido otras opiniones del artista en el que mostraba su cercanía, no solo con el fenómeno paramilitar sino también con personajes de la vida pública costeña que hoy están presos, extraditados o muertos y que le dieron lugar a una investigación criminal e incluso a estar ad portas de la cárcel. Pero este no es el único caso, ya se ha sabido de famosos saludos de cantantes vallenatos con reconocidos y probados delincuentes, casos como los de Silvestre Dangond, Peter Manjarrez, Farid Ortiz o Luifer Cuello, además de los tradicionales como Jorge Oñate o el mismo Diomedes Díaz. Uno de los más claros ejemplos de esta relación non sancta, es sin duda, la famosa canción “El Gavilán Mayor”, inmortalizada por Diomedes Díaz y que hace alusión a un famoso narcotraficante de La Guajira, aunque el cantante guajiro siempre negó esa versión. En cuanto a los saludados famosos por sus prontuarios, se destacan los realizados al exgobernador de La Guajira “Kiko” Gómez y su lugarteniente “Marquitos” Figueroa, ambos señalados de diferentes delitos y quienes eran permanentemente nombrados por artistas de la talla de Jorge Oñate, quien por ejemplo en la canción “Descarga de Besos” dice; “Kiko Gómez, oñatista al 100 por ciento”, en esa misma canción, lanza la frase “para el perrero de los malcriados”, haciendo una clara alusión a Marquitos Figueroa, quien le apodaban así, según los habitantes de la región porque era quien “ajuiciaba” a los jóvenes. Este par fueron también ampliamente saludados por otros artistas, como Diomedes en canciones como “La Suerte está Echada”, por Farid Ortiz en canciones como; “Titulo de Actriz” o por Silvestre Dangond en la canción “La Pinta Chevere”. En el caso de Dangond, otros personajes como Emilio Tapia, condenado por el carrusel de las ambulancias en Bogotá, eran invitados permanentes en sus producciones musicales como lo ha sido el “Noño” Elias en las producciones musicales de artistas como Pipe Pelaez o Peter Manjarrez o Santa Lopesierra "El Hombre Marlboro" en las canciones de Diomedes Díaz. En cuanto a artistas vallenatos involucrados en diferentes delitos, hemos encontrado casos como los de Diomedes Díaz condenado por la muerte de Doris Adriana Niño, Juan David “El Pollito” Herrera, condenado por abuso sexual de menores, Jorge Oñate sindicado de la muerte del político local Efraín Ovalle, Poncho Zuleta, acusado de paramilitarismo y quien estuvo acusado de concierto para delinquir, luego de ser señalado por tres conocidos paramilitares, quienes aseguraban que el músico colaboraba con las estructuras paramilitares de la costa y otros artistas que han estado en la picota publica sin que se haya adelantado un proceso penal formal en su contra. Es tiempo de librar a la cultura y a la música de la nefasta influencia criminal, la cultura es la expresión del pueblo y el vallenato, que es patrimonio inmaterial de la humanidad mucho más, es necesario desligarlo del delito y transformarlo en herramienta promotora de paz, que en el lenguaje de la región, logré influenciar de tal forma que sea la cultura la que haga sonar los acordes del futuro."Ya comienza el festival, vinieron a invitarme, ya se van los provincianos que estudian conmigo"
