Tal y como lo ha venido advirtiendo Alba Reyes, madre de Sergio Urrego, el proceso penal que se adelanta en contra de Amanda Azucena Castillo (exrectora y propietaria del colegio Gimnasio Castillo Campestre) por delitos de falsa denuncia y ocultamiento de pruebas, está a tan solo unos días de terminar bajo la figura de la prescripción de la acción penal.
Esto luego de que Castillo y su defensa presentaran el pasado lunes la apelación en segunda instancia al fallo del juzgado 43 Penal del Circuito de Bogotá, el cual la halló responsable de los delitos mencionados y la condenó a 10 años y 8 meses de prisión. Sin embargo, de prescribir el caso no podría aplicarse dicha condena y quedaría, prácticamente, en la impunidad.
Ahora, solo quedan un par de días para que el Tribunal de Justicia tome la decisión sobre la apelación de quien fuera la rectora de Sergio Urrego y, de ese modo, Alba Reyes pueda sentir que después de casi 7 años y 15 aplazamientos del proceso, habrá justicia.
"Queda todo en manos del Tribunal. Solo espero, como madre, que el tiempo no sea extenso, puesto que el 15 de mayo vencerán los términos a los dos cargos imputados. Si esto ocurre el caso prescribiría, aunque sigo creyendo en la justicia colombiana y espero que puedan dar sentencia antes de esta fecha", expresó la madre de Sergio en diálogo con Kienyke.com.
Además, Reyes advirtió que la apelación de Amanda Azucena y su defensa es una de las tantas "maniobras que durante estos 7 años han manejado de manera incorrecta y poco transparente", con el fin de evitar su paso por la cárcel, como lo recomiendan la Fiscalía y el juzgado 43 Penal del Circuito de Bogotá.
"Creo en la justicia colombiana y esta no puede borrarse por hechos tan deshonestos como estos", agregó Alba Reyes.
Por último, comentó a Kienyke.com que en caso de que prescriba el proceso judicial, podría recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Las pruebas dicen que Castillo es culpable
Cabe mencionar que el material probatorio recogido por la Fiscalía, logró demostrar que Amanda Azucena Castillo presionó a los padres de Danilo Esteban Pinzón, quien era la pareja sentimental de Sergio Urrego, para que interpusieran una denuncia en contra del menor por supuesto acoso sexual tras enterarse que ambos estudiantes sostenían una relación.
Según se indicó en el juicio, si los padres de Danilo no presentaban esa denuncia en contra de Sergio Urrego, su hijo no podría seguir con el proceso de escolarización.
Esta denuncia, sumada a la presión y discriminación ejercida por parte de los directivos del colegio, habrían sido las causas por las cuales Sergio Urrego decidió quitarse la vida en el centro comercial Titán Plaza.
"El actuar en contra de los dos menores demuestra un alto grado de insensibilidad social, ética y moral. Es un acto de carácter egoísta, que pone en peligro a toda la comunidad estudiantil, en efectivo peligro y desestabiliza a la comunidad en general. El comportamiento de la condenada genera una zozobra de tal magnitud que la sociedad siente un clima de inseguridad en los campos estudiantiles. Es un peligro latente para toda la comunidad", manifestó el fiscal delegado para el caso.
Los testimonios avalan la lucha de Alba Reyes
Las escabrosas confesiones de Danilo Pinzón y su padre respaldan la versión que ha entregado la madre de Sergio Urrego durante estos años de lucha judicial, teniendo en cuenta que ella siempre ha acusado a Castillo de ser quien orquestó todo un plan para discriminar a su hijo por su orientación sexual.
"Sergio tuvo que enfrentar una falsa demanda de acoso sexual interpuesta por los padres del joven con quien se besó, y cuya denuncia penal fue redactada por el mismo colegio que cohesionó a los padres del menor, quienes acudieron allí buscando terminar la relación y resultaron siendo conducidos hasta instancias judiciales", explicó Alba en una reciente entrevista con Kienyke.com con motivo del natalicio de su hijo (25 de noviembre).
Podrían haber más motivos para la discriminación hacia Sergio Urrego
"Después de descubrirlo dándose un beso con otro chico comenzó toda la presión: lo sacaban de clases para que contara sobre sus gustos a los profesores, teníamos que presentar certificados psicológicos mensualmente porque los directivos, al ver que mi trabajo me exigía viajar constantemente, decidieron denunciarme por abandono de hogar y así argumentar que Sergio tomó la decisión de ser un niño gay porque supuestamente no tenía atención de su familia", añadió Alba Reyes, quien actualmente dirige la Fundación Sergio Urrego, desde la cual trabaja en la prevención de la discriminación y el suicidio motivado por discriminación en todos los ámbitos académicos.
