
Recientemente el presidente Gustavo Petro aprovechó una reunión con su gabinete para criticar al expresidente Juan Manuel Santos por haber cerrado la puerta a la posibilidad de reelección en Colombia. Según Petro, la reforma constitucional impulsada por Santos en 2015, que eliminó la reelección presidencial, dejó a sus sucesores, incluido él, con la limitación de solo poder ocupar el cargo durante un único período.
“Santos me dejó con la posibilidad de llegar solo una sola vez a la presidencia”, fueron las palabras del presidente Petro, quienes sorprendieron tanto a sus aliados como a sus detractores. Este comentario, que se dio en un contexto interno con su equipo de gobierno, resalta un malestar que parece acumularse en el mandatario a medida que se acerca el fin de su primer período en el Palacio de Nariño.
La reforma de Santos: un cambio en la historia política de Colombia
La reforma que impidió la reelección presidencial en Colombia, conocida como la Ley 5 de 2015, fue aprobada durante el mandato de Juan Manuel Santos. Esta medida fue vista en su momento como un intento de evitar la perpetuación en el poder de los presidentes colombianos, tras la reelección de Santos en 2014, lo que generó debate en la sociedad y en la política del país.
Santos, que había sido reelegido en 2010 y nuevamente en 2014, decidió que los presidentes colombianos no deberían poder postularse para un segundo mandato consecutivo. Su argumentación en ese entonces fue que la reelección podría dar lugar a excesos de poder y prácticas autoritarias, como ocurrió en varios países de la región. Para muchos, la medida fue vista como un paso hacia una democracia más equilibrada y menos susceptible a la concentración del poder.
Sin embargo, para Petro, este cambio constitucional se ha convertido en un obstáculo que lo limita a gobernar solo por un período. Aunque el presidente ha repetido en diversas ocasiones que no está interesado en buscar la reelección, sus recientes declaraciones sugieren una crítica latente a la decisión de Santos. A medida que se acerca el final de su mandato, las reflexiones sobre las limitaciones del poder y la posibilidad de continuar en el cargo parecen estar cobrando relevancia.
Aunque Petro ha sido claro en su postura de no querer ser reelegido, su comentario sobre la reelección refleja una tensión subyacente sobre el futuro de su gobierno. Al parecer, el presidente comienza a cuestionar la conveniencia de ciertas decisiones políticas de sus predecesores, lo que podría interpretarse como una crítica al sistema político actual de Colombia.