
Luego de la muerte del Papa Francisco este lunes 21 de abril, se empezó ha generar alguna preocupación en el mundo católico que ha reavivado antiguas teorías y profecías sobre el destino del papado.
Una de las más inquietantes es la llamada profecía del Papa Negro, la cual, según algunos intérpretes de textos antiguos, marcaría el fin de la Iglesia tal como se conoce.
Desde que el Papa Francisco asumió el pontificado en 2013, ha sido objeto de múltiples interpretaciones dentro del marco de las profecías, especialmente las atribuidas a San Malaquías, el arzobispo irlandés del siglo XII que predijo una lista de papas hasta el final de los tiempos. Según esta lista, Francisco sería el último Papa antes de una gran tribulación.
La profecía del Papa Negro se ha relacionado históricamente con la posibilidad de que un pontífice jesuita, como lo es Francisco, represente un punto de quiebre en la historia de la Iglesia. Aunque la denominación de “Papa Negro” suele usarse para referirse al líder de la Compañía de Jesús por sus vestiduras, algunos teóricos creen que Francisco podría encarnar esta figura simbólica debido a su papel dentro de la orden jesuita antes de llegar al Vaticano.
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Con la reciente noticia de su muerte, han surgido nuevamente especulaciones sobre su posible renuncia o incluso sobre su sucesión. La historia ha demostrado que cuando un Papa enferma gravemente, el cónclave y los movimientos dentro del Vaticano comienzan a reestructurarse en preparación para lo que pueda suceder.
Sin embargo, más allá de las profecías y los rumores, lo cierto es que el Papa Francisco dejó un legado como líder de la Iglesia Católica. Su mensaje de humildad y apertura fue clave para modernizar la institución y acercarla a las nuevas generaciones, a pesar de los desafíos que enfrenta.
¿Fue Francisco el último Papa de la profecía de San Malaquías? ¿O simplemente estamos ante una nueva interpretación de un relato que ha sido adaptado a distintas épocas? Mientras la incertidumbre se mantiene, el mundo católico sigue de cerca sobre quién será el nuevo papa, consciente de que cada pontífice deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia.