Este 27 de enero de 2025, Daneidy Barrera Rojas, más famosa en redes sociales como ‘Epa Colombia’, fue detenida por agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, marcando un punto crítico en su carrera y en sus peleas legales. La captura tuvo lugar en uno de sus locales comerciales, una peluquería, en medio de una tensa operación que alteró la rutina tanto de clientes como de empleados.
La historia de Barrera está ligada a un incidente ocurrido en noviembre de 2019, cuando participó en actos de vandalismo durante el Paro Nacional. En un video ampliamente difundido en redes, se la vio causando daños en la estación de Transmilenio de Molinos, un acto que la llevó a ser acusada de daño en bien ajeno y perturbación del sistema de transporte público. La consecuencia de este episodio fue una condena a cinco años y dos meses de prisión.
A pesar de los esfuerzos de su defensa por apelar la sentencia en 2021, las instancias judiciales ratificaron la condena. Epa Colombia aceptó su responsabilidad en los hechos y expresó su arrepentimiento en varias ocasiones, comprometiéndose a reparar el daño causado. Sin embargo, el caso seguía su curso legal, y la sentencia definitiva dejó sin efecto las apelaciones presentadas.
El día de su detención, la empresaria compartió con sus seguidores a través de las redes sociales su angustia y sorpresa. En un video grabado desde el interior de su negocio, visiblemente afectada y entre lágrimas, informó a sus seguidores sobre el desarrollo de la operación y su intención de entregarse tras esperar a su abogado. La captura, que sorprendió a todos, se dio en un ambiente de alta tensión, con agentes del CTI llegando al establecimiento mientras varios clientes y empleados eran testigos del procedimiento.
El evento se vio reflejado en las redes, donde circulaban imágenes del local con vidrios rotos, aunque no está claro si este daño fue producto de algún altercado o si fue consecuencia directa de la operación. Lo que sí es evidente es que la situación fue vivida con gran dramatismo tanto por la protagonista como por las personas a su alrededor.
No obstante, la detención de Barrera no se limita a esta condena. La influencer enfrenta además otras investigaciones legales, incluyendo una condena ratificada por el Tribunal Superior de Bogotá por daño en bienes de uso público, lo que ha generado mayor preocupación por las implicaciones que estas decisiones judiciales puedan tener sobre su futuro. La reciente confirmación de este fallo en casación por parte de la Corte Suprema de Justicia finalmente desembocó en la orden de captura ejecutada por el CTI.
El caso de Epa Colombia sigue siendo un tema candente en el ámbito público y mediático. Su figura como influencer, sumada a su involucramiento en actos de vandalismo, pone en evidencia las complejidades del sistema judicial colombiano, así como las responsabilidades legales que enfrentan figuras públicas al cometer delitos que afectan el bienestar colectivo. Este suceso nos recuerda cómo los actos de irresponsabilidad pueden tener consecuencias duraderas, especialmente para aquellos que tienen una gran visibilidad y una influencia considerable sobre la opinión pública.