Alejandro Estrada ha tenido un año interesante en la televisión colombiana, primero con su breve aparición en ‘La Casa de los Famosos’, y segundo con su participación en la sexta temporada de ‘MasterChef Celebrity’, lo que hizo que pudiera reconectarse con la audiencia nacional.
A lo largo de su trayecto en la competencia culinaria, el actor logró destacarse por su empeño en la cocina y la buena relación con los otros famosos. Sin embargo, su historia culminó este domingo 25 de agosto, cuando se convirtió en el nuevo eliminado.
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Sin embargo, vale tener presente que la expulsión de Alejandro Estrada fue algo fuera de lo común, pues el verdadero motivo es que faltó a las reglas del programa del Canal RCN. Resulta que, en el más reciente reto de eliminación, antes de terminar, él decidió agarrar los ingredientes que pertenecían a un compañero, lo que está completamente prohibido, en este caso, tomó unos brownies escogidos por Dominica Duque.
Si bien el platillo del cucuteño no fue el peor, esta falla hizo que inminentemente tuviera que colgar el delantal. KienyKe.com conversó con él para conocer más detalles de su experiencia y lo que se viene a raíz del final de esta etapa de realities.
KienyKe.com: ¿Qué aprendiste de tu eliminación de MasterChef?
Alejandro Estrada: Es evidente que aquí sucedió algo que deja mucho aprendizaje, en principio el control, en mi caso puntualmente soy y he sido, desde muy chico, una persona ansiosa, hiperactiva, esto me ha dado la oportunidad, de buena forma, siempre poder diversificar y encargarme de muchos proyectos a la vez. Esa ansiedad me jugó una mala pasada anoche, no hay que negarlo, ahí lo único que queda es aceptarlo, disculparse con los televidentes que estuvieron conectados con el avance, con el progreso, con lo que Alejo hacía dentro del reality, con el mismo formato. Pero me deja tranquilo que esto no me no me caracteriza, no me define, pero sí tengo que acatar las normas y la norma es esa, es algo que está mal hecho y el aprendizaje es precisamente a tener mucho más control de la misma ansiedad que vuelve y me juega una mala pasada.
KyK: ¿Qué hubieras hecho diferente?
AE: No se puede retroceder el tiempo, está claro, pero nada, lo peor que uno puede hacer como ser humano es arrepentirse, más bien es aprender de lo que le sucede a uno, he tenido que aprender a de manera difícil muchas cosas en la vida, las he sabido sortear y aquí sigo poniéndole frente a la situación, no había mucho más que hacer con ese plato, podría decir era un plato ganador como bien lo vieron al aire, sin embargo esa hiperactividad o esa falta de control que tuve, me obnubilé, un poco desconocimiento total de las normas y quererle meter un poquito de amor a ese plato.
Vea aquí la entrevista completa con Alejandro Estrada:
KyK: ¿Con qué te quedas de esta experiencia en MasterChef?
AE: Yo hasta me disfruté cuando me decían cosas negativas, porque uno de lo negativo puede aprender, desde un plato mal hecho, de un pin de inmundidad, pasando por varias derrotas dentro del mismo formato en el cual tú le metes todo el empeño y de repente no te ganas el pin, o no te ganas el cachete o qué sé yo, aunque también me gané varios pero en los momentos en los que no llegaban era: ‘no, toca seguir’, toca seguir trasnochando, verse con el chef, ir al restaurante a comer, conocer, entender la cocina internacional, porque no es solo entender, en mi caso como lo sabía desde antes, la comida criolla, sino presentar platos lo más parecido a un restaurante gourmet, entonces con eso realmente puedo responder, le saqué mucho jugo, le saqué mucho jugo a lo negativo, a lo positivo.
KyK: ¿Cómo fue tu relación con Conny Camelo y ‘Franko’ Bonilla, los personajes más llamativos de la temporada?
AE: Con Franko, por él empezamos como con ciertas dificultades, fue muy evidente el momento, me acerqué a él, fui yo el que: ‘venga, loco, los dos, entendemos lo que pasó, el público ve algo, el formato entiende algo, pero no nos podemos engañar porque estábamos ahí, entonces vamos a lo que es y es que la verdad a mí me gusta mucho tener una excelente relación en los equipos de trabajo, ‘este es mi equipo de trabajo actualmente, así como lo tengo con mi empresa, y quiero que hagas parte de él, entonces aquí no alimentemos el rencor, no alimentemos la falsa expectativa, sino simplemente seamos auténticos, yo veo que tú eres una excelente persona yo me conozco muy bien y por mi educación, por mi proceder, sé que podemos tener una excelente amistad’, y hoy por eso somos amigos, lo admiro, él me ha retribuido la admiración, obviamente hay que reconocer que en técnicas hay falencias en él, como entró, y luego como fue haciendo su proceso, como lo hay en otras personas con respecto a la cocina, y en eso no los culpo y en eso no me meto, porque en realidad hay procesos y si vamos a procesos Dominica tiene uno muy bonito y es la persona que con la cual más identifiqué dentro del programa, entonces mal haría yo en hablar de mis compañeros con respecto a su proceso en la cocina, pero en las personalidades sí, porque al final nuestras personalidades están súper expuestas, o sea, era una vaina expuesta porque con tanta presión, con falta de sueño, con tanto estudio, con tanta información en la cabeza, pues a uno a veces se le puede olvidar que tiene una cámara prendida enfrente, ahí mismo hablo de Conny, está claro, no voy a hablar de sus platos, no voy a ahondar mucho en su personalidad, es una personalidad muy sincera, en lo personal no me molesta para nada, pero sí está claro que tanta sinceridad posiblemente, y a veces con ciertos adjetivos implícitos que no quiero decir, hacen que el público reaccione de una manera negativa.
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KyK: ¿Qué se viene para Alejandro en lo que queda del 2024?
AE: Primero pensar en diciembre, cómo voy a descansar, porque ha sido un año bien agitado y eso es importante también para la parte mental, física y emocional, pero por ahora tengo mi proyecto que ya está andando, es la obra de teatro en el Teatro Nacional La Castellana ‘La cena de los idiotas’ y lo estoy aprovechando al máximo. Yo lo único que le puedo decir al público es no se mueran sin ir a teatro, viendo actores que en realidad también dejan su pellejo ahí para que el público no solo se ría, sino en realidad se salga un momento de tanta, no sé si es la palabra, pero tanta porquería que hay muchas veces.
