Proveniente del corregimiento de Santa Elena en Medellín, Érika Zapata se ha convertido en una figura relevante del periodismo nacional. Pese a ser discriminada por su acento paisa marcado a lo largo de su trayectoria educativa y profesional, su historia cobró un giro amparado por su persistencia, en el que ella se convirtió en toda una sensación en Internet por su particular y original forma de narrar las noticias a los colombianos.
Recientemente, alcanzó los puestos más altos de las tendencias en Twitter gracias a su último informe con respecto a la época decembrina y la movilidad en el departamento Antioqueño, lo que avivó un debate acalorado en esa red sobre el periodismo y las formas de reportería, en especial, las de Érika Zapata.
Pero su camino para llega a las pantallas de los colombianos, no fue tan fácil y estuvo por lo contrario, lleno de retos, entre ellos, la resistencia que tenía la academia, sus compañeros de estudio y jefes por su estilo único.
"La baja autoestima y la inseguridad es una cosa muy berraca, porque a veces uno tiene talentos que no descubre por eso (...) Me tocó una etapa de matoneo muy impresionante, porque yo entré a la universidad y fue irme del campo a ese lugar donde los compañeros eran crueles. Yo estuve a punto de retirarme de la carrera", afirmó Zapata.
Érika Zapata se refirió sobre los constantes comentarios críticos que sus compañeros y docentes le hacían sobre su estilo y forma de contar las noticias, además de su forma de vestir y modismos con los que se comunicaba, lo que afectó en gran medida a la periodista que había optado en su momento de dejar su carrera. Sin embargo, no lo hizo y fue una decisión que le permitió estar hoy en las pantallas de los colombianos.
La razón por la que Érika Zapata incluye frases coloquiales en sus informes
“Entonces traslado todo el lenguaje técnico hacia la gente pa’ que lo entiendan con sus palabras del común. Las traduzco en el noticiero, obviamente siendo muy prudente”, indicó en la misma conversación, haciendo referencia a que su estilo se debe a una inclusión regional y de sectores poco pensados por los medios masivos de comunicación, que piden un lenguaje más cercano a su cotidianidad.
Además de esta visión al rededor de su forma de hacer periodismo, Érika confirmó que está atenta y presta atención a cada espacio que departe con sus amigos, familiares y personas cercanas a ella para identificar las frases representativas y poderosas que agrega a sus reportes.
Érika pasó de sentir vergüenza a orgullo por lo que hace. Ha transformado el lenguaje que reinaba en la agenda noticiosa del país y le ha dado cabida a modismos y palabras coloquiales que todos entienden, desde el campesino hasta el doctor de la ciudad. Transformar el lenguaje es una de esas carreras dificilísimas que solo emprenden valientes como Miguel de Cervantes y Érika Zapata que encuentra poco a poco una redención a sus esfuerzos e ideas que nacieron frente al televisor viejo cambiado por pájaros de su abuelo.