Es bastante cruda la realidad que vive Colombia a raíz de la pandemia generada por el coronavirus, el comercio es uno de los más afectados y la industria textil no resulta exenta de esta crisis. Esto lo sabe muy bien Carlos Mario Gutiérrez, a cabeza de su propia firma de indumentaria masculina, ha experimentado lo duro que se ha vuelto ser un emprendedor en el país.
KienyKe.com habló con el comerciante para llegar al fondo de la situación de este sector, empezó haciendo referencia a su caso, se ha visto afectado por la desvalorización del producto nacional a causa de la oferta importada.
“Todas las personas que trabajamos con el sector textil, sea importadores de tela o de producto terminado, quedamos paralizados, primero por el incremento del dólar, los importadores, y en seguida viene la pandemia, en el caso concreto mío, yo importo producto terminado de prendas masculinas para caballero y los almacenes grandes de cadena, como Arturo Calle, Carlos Nieto, Pierre de Agostini, entre otros, tienen paradas las compras por obvias razones”.
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“Ellos tuvieron que sacar mucha caja para pagar nómina y arriendos, y todos van a trabajar con los stocks que tienen, ningún almacén de los que proveemos está dispuesto a comprar hasta el año entrante porque van a trabajar con los inventarios que tienen”, puso en contexto Gutiérrez.
Carlos Mario contó que debido a este problema se dedicó a la producción de tapabocas, exactamente los que son cosidos, pero luego el mercado empezó a exigir del tipo termosellado, "a pesar de que los cosidos prestan el mismo servicio, el mercado se fue encargando de decir que los termosellados eran mejores”.
“Procedimos a importar máquinas de China precisamente, a comprar materias primas en Colombia, y en el caso concreto de nosotros, nosotros compramos metro del producto principal para el tapabocas es el metro de tela que se llama cambrell, nosotros compramos metro de tela a $7.200, costaba antes de la pandemia $800 y hoy en día está a $2.000, es decir, nosotros compramos a precios muy altos, importamos maquinaria, con el fin de que según las expectativas del Gobierno, ir a patrocinar y dar empuje a la industria nacional, de hecho yo tengo facilidad de importar de China porque yo importo de China por ejemplo las corbatas, sin embargo quise dedicarme a la producción acá porque generaba empleo para muchos de mis empleados, y se producía un tapabocas de mucha mejor calidad”, agregó el empresario.
“Ya empezó ese auge y esa especulación con el tema de los tapabocas y entonces empezaron a decir que ‘no, los de nosotros son los mejores’ y todo el mundo empezó a importar y también a producir en Colombia, pasó lo que ocurre en cualquier mercado, por sobreoferta del producto, el precio se vino al piso”.
A continuación, Gutiérrez explica cómo su producto terminó por presentar un precio del que básicamente no obtiene una ganancia real.
“En el caso concreto mío, a mí me saldría producir un tapabocas, a los costos que comprar la tela, nos saldría producir un tapabocas a $900 y lo vendíamos en $1.050, hoy en día estamos vendiendo los tapabocas a $800, perdiendo $100, perdiendo para tratar de recuperar algo de la inversión, recuperar, porque como compramos tela cara y ya está tan barata”.
Teniendo en cuenta el panorama, Carlos Mario Gutiérrez procedió a hacer un llamado para que el Gobierno fomente la industria textil nacional.
“La otra cosa es que el Gobierno dijo que iba a colocarle arancel al tapabocas proveniente de la China y a los insumos provenientes de China, pero eso nunca se cumplió. Entonces todos los días entran más tapabocas de la China, también nos toca competir contra el contrabando (…) Pero si no hay arancel no se incentiva la industria nacional, porque si al tapabocas de China le colocaran un impuesto o un arancel ya el importador se vería más restringido para importar, para competir”.
El comerciante afirma que todos aquellos colombianos que empezaron a producir tapabocas se quedaron “quietos, stokeados”, con un inventario que difícilmente puede vender y lo poco que vender lo hacen bajo el precio del costo.
Asimismo, Gutíerrez aprovechó para enviar un mensaje a los consumidores colombianos:
“A los consumidores decirles, a nivel de las clínicas, EPS, farmacias, a todos los empresarios colombianos que auspicien el producto nacional, los tapabocas nacionales son de mucha más alta calidad que los importados, que se puede dar a mejor precio y que dejen como ese tabú, de que el tapabocas chino es mejor, la confección colombiana es de altísima calidad, dentro de los estándares de Latinoamérica es una de las mejores, entonces dejar ese tabú y tratar de que todas las empresas, instituciones, tanto del Gobierno como privadas, todos los comerciantes traten de hacer la labor de comprarnos a los productores nacionales”.