La historia de Zaida Andrea Sánchez Polanco, conocida como La Diabla, ha estado marcada por el lujo, el crimen y una escalofriante red de violencia que enlazó su destino con una tragedia sin igual: la masacre de la familia del pastor Lora Rincón ocurrida en Aguachica, César, el 28 de diciembre de 2024.
A lo largo de los días posteriores a su muerte, se han revelado oscuros secretos que conectan a esta mujer, su esposo asesinado y un entramado de mafias de la región, todo con un mismo objetivo: poder y control sobre un imperio criminal.
Zaida Andrea Sánchez, oriunda del César y de 27 años, aparentaba llevar una vida de ensueño. Sus redes sociales mostraban un derroche de lujo, viajes internacionales y una constante ostentación de su poder adquisitivo.
Sin embargo, lo que pocos sabían era que detrás de esa fachada, se escondía una mente calculadora dispuesta a todo para lograr ser la líder de los oscuros negocios que compartía con su esposo, Alexánder González Pérez, alias 'el Calvo'.
La investigación reveló que La Diabla no solo deseaba la supremacía sobre las actividades ilícitas en las que ambos estaban involucrados, sino que decidió eliminar a su propio esposo para quedarse con el control total. Según fuentes cercanas a la investigación, Zaida planeó meticulosamente la muerte de 'el Calvo', utilizando sicarios y maniobras encubiertas para lograr su objetivo. La ejecución del crimen tuvo lugar el 27 de diciembre de 2024, en El Banco, Magdalena. Sin embargo, la tragedia no terminó ahí.
La masacre en Aguachica: un crimen dirigido
Pocos días después de la muerte de 'el Calvo', se perpetró la masacre en Aguachica, donde murieron cuatro miembros de la familia Lora Rincón, incluidos el pastor Marlon Lora y su familia. Inicialmente, las autoridades pensaron que el atentado había sido un ajuste de cuentas entre bandas criminales, pero a medida que se descubrieron más detalles, surgió una inquietante teoría: la masacre no estaba dirigida a los Lora, sino que tenía como objetivo a Zaida y a su difunto esposo.
La razón detrás de este atentado fue, aparentemente, un conflicto por el control de territorios en los que tanto La Diabla como el pastor Lora tenían intereses.
De acuerdo con investigaciones realizadas por periodistas como Jacobo Solano, La Diabla habría sido la responsable de ordenar este brutal ataque para seguir consolidando su dominio en la región. La familia Lora, que aparentemente había caído en el fuego cruzado, fue víctima de una guerra de poder que ni siquiera alcanzaron a comprender.
La sombra de La Diabla
En los días previos a su propio asesinato, ocurrido el 14 de enero de 2025 en Medellín, La Diabla había mostrado signos de paranoia.
En su última comunicación antes de ser abatida por sicarios, Zaida expresó temor por su vida, afirmando que sentía que su seguridad estaba comprometida. Aunque negó estar involucrada en la masacre de los Lora, las evidencias y testimonios posteriores confirmaron su responsabilidad en la planificación de este crimen.
Es importante resaltar que, a lo largo de su vida delictiva, La Diabla no solo estaba involucrada en asesinatos y tráfico de influencias, sino que también utilizaba su poder para manipular a aquellos a su alrededor. Viajar armada y emplear a sicarios para lograr sus objetivos eran prácticas comunes para ella. Incluso se camuflaba para evadir a las autoridades mientras continuaba con sus crímenes, lo que demuestra el nivel de astucia con el que operaba.