La muerte de Juan Felipe Rincón, ocurrida el 24 de noviembre en el barrio Quiroga, en Bogotá, ha generado un complejo debate judicial y público. Este joven de 21 años, hijo del general William Rincón, inspector general de la Policía Nacional, perdió la vida en circunstancias confusas que aún son objeto de investigación.
Durante la audiencia celebrada este lunes 2 de diciembre, las pruebas presentadas por la Fiscalía y las versiones encontradas de los involucrados han dado un giro inesperado.
Andrés Camilo Sotelo, que estaba bajo custodia como principal sospechoso, acusado de homicidio agravado y porte ilegal de armas quedó en libertad por falta de pruebas. Sin embargo, la decisión de enviarlo a prisión sigue siendo incierta.
La diligencia judicial estuvo marcada por la falta de pruebas concluyentes que vinculen de manera directa a Sotelo con la muerte de Rincón.
De hecho, el juez de control de garantías destacó la ausencia de evidencias contundentes que impliquen al imputado en el asesinato, a pesar de que la Fiscalía presentó varios elementos como parte de su teoría del caso.
En su intervención, el juez resaltó que, de acuerdo con los informes forenses, la única arma capaz de causar la muerte de Rincón fue una pistola Sigg SAUER, un arma potente y apta para disparar, mientras que el revólver encontrado en posesión de Sotelo no reunía las condiciones para haber disparado el proyectil fatal.
La autopsia reveló que la causa de muerte fue un trauma en el toráx causado por un proyectil de arma de fuego, el cual atravesó órganos vitales como el corazón y los pulmones. Este hallazgo refuerza la tesis de que el arma usada para disparar a Rincón era de mayor calibre que la que poseía el acusado.
El escolta y su versión
Un personaje clave en la audiencia ha sido Sergio Felipe Rico Rueda, el escolta de Rincón, quien también resultó involucrado en los hechos. Según su testimonio, la situación se tornó violenta cuando varios sujetos comenzaron a golpear a Rincón.
Rico declaró que disparó en defensa propia cuando uno de los agresores intentó apuntarle con un arma. Sin embargo, el escolta también reveló detalles clave de lo sucedido antes del tiroteo. Aseguró que, cuando llegó al lugar, observó cómo un grupo de individuos estaba atacando a Rincón, y fue en ese momento cuando intentó repeler la agresión disparando al aire y luego hiriendo a uno de los atacantes.
Sin embargo, la defensa de Sotelo ha apuntado hacia el escolta como el posible responsable de la muerte de Rincón. La hipótesis de la defensa sostiene que la trayectoria del proyectil y la forma en que las heridas fueron infligidas coinciden más con el uso de un arma similar a la de Sergio Rico. Este elemento ha complicado aún más el desarrollo del caso, ya que han surgido varios testimonios que apuntan a la posible implicación del escolta en el crimen, lo que no ha sido completamente descartado por el juez.
El debate sobre las pruebas
En la audiencia, uno de los puntos más relevantes fue la discusión sobre las pruebas presentadas por la Fiscalía. El juez cuestionó la solidez de las pruebas que sustentaban la acusación contra Sotelo, señalando que los elementos aportados, como la entrevista al escolta y el informe del primer respondiente, no eran suficientes para determinar de manera fehaciente la responsabilidad del imputado. El magistrado hizo énfasis en que, aunque la Fiscalía había presentado ciertos testimonios y pruebas, estas no lograban establecer de manera clara que Sotelo fuera el autor material del asesinato.
Además, el juez subrayó la importancia de los elementos probatorios en el caso, haciendo especial énfasis en el informe de balística que indicaba que la pistola SAUER encontrada en el lugar de los hechos era la única arma capaz de disparar el proyectil mortal. Según el magistrado, las pruebas apuntan a que la bala que mató a Rincón no provenía del revólver que Sotelo portaba, sino de un arma diferente.
Por su parte, Juan Felipe Criollo, abogado del general Rincón, solicitó que el caso sea priorizado y asignado a un fiscal especializado, pues señaló que podrían existir otros delitos y cómplices aún no identificados.
Asimismo, en la escena del crimen se encontraron dos tipos de vainillas de “9mm LUGER 22 GFL 36A” y “L84 IM11 9mm”, lo que llevó al abogado a cuestionar a los investigadores sobre que esto no coincidía con las municiones del arma del escolta, Sergio Rico.
Sobre los otros posibles implicados que se ven en los videos que ha compartido la comunidad del Quiroga, se ve a un hombre en bermuda y saco gris que para el abogado de la familia de Juan Felipe Rincón podría ser Sebastián Correal Ramos, quien también resultó herido en el incidente, aunque la Fiscalía aún no ha confirmado su identidad. Otro punto es un carro marca Spark de color gris que tenía el baúl abierto en el lugar de los hechos y levanta sospechas sobre un posible secuestro. Sin embargo esto sigue siendo investigado.
