En medio de la creciente preocupación sobre una posible crisis de abastecimiento de combustible para aviones en Colombia, el presidente Gustavo Petro ha intervenido para desmentir las alarmas emitidas por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (Iata).
El mandatario utilizó sus redes sociales para tranquilizar a la ciudadanía, minimizando las preocupaciones sobre una escasez inminente y sugiriendo que el problema podría estar relacionado con irregularidades internas aún bajo investigación.
La inquietud sobre una potencial crisis se desató el 16 de agosto de 2024, cuando una falla electrónica en la Refinería de Cartagena, operada por Ecopetrol, causó una disminución en la producción de combustible. Inicialmente, la reducción fue estimada en un 8%, aunque posteriormente se ajustó al 5%. Esta disminución en la producción generó una alerta por parte de la Iata, que advirtió sobre un posible impacto en el suministro de combustible para aviones en Colombia.
El anuncio de la Aeronáutica Civil, que proyectó posibles problemas en el abastecimiento entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre de 2024, intensificó la preocupación.
Las aerolíneas locales se vieron forzadas a tomar medidas extremas, incluyendo la reubicación de pasajeros, reembolsos y provisión de servicios adicionales durante las posibles demoras.
Ante esta alarma, Ecopetrol publicó un comunicado el 18 de agosto en el que informaba que la producción en las 35 unidades operativas de la Refinería de Cartagena había sido restablecida. La empresa estatal enfatizó que, para asegurar la continuidad del suministro de combustibles, había implementado un plan exhaustivo que incluía la importación de 100.000 barriles de combustible para aviones. Esta acción está diseñada para cumplir con el mínimo legal de abastecimiento y mitigar cualquier posible impacto en el mercado.
Sin embargo, el presidente Gustavo Petro tomó una postura firme en sus redes sociales para desacreditar las advertencias de la Iata. En un post, Petro afirmó: “No hay escasez de combustible para avión. Lo que existe es una actividad irregular que ya está bajo investigación”. Esta declaración de Petro parece alinearse con su tendencia habitual de cuestionar y desmentir informes críticos sobre el estado del país, desviando el enfoque hacia otros aspectos.
La intervención de Petro se produce en un contexto donde la opinión pública y las compañías aéreas están en vilo, tratando de entender el impacto real de la reducción en la producción de combustible.
La postura del presidente sugiere que el problema podría ser más complejo de lo que inicialmente se pensaba, posiblemente involucrando factores internos no completamente aclarados hasta el momento.
La respuesta de Ecopetrol ante posible crisis
Ecopetrol, por su parte, ha tomado medidas decisivas para abordar la situación. La compañía ha confirmado que la Refinería de Cartagena está operando según su programa de producción establecido, con una capacidad diaria de 99.000 barriles de diésel, 38.000 barriles de gasolina regular y extra, y 13.000 barriles de jet fuel, entre otros productos. Esta producción es clave para mantener el flujo continuo de combustibles esenciales tanto para el transporte aéreo como para otros sectores.
La empresa estatal también ha previsto la llegada de 100.000 barriles de jet fuel importados entre el 30 de agosto y el 1 de septiembre. Esta medida está orientada a asegurar que el suministro de combustible para aviones cumpla con los requisitos mínimos y se eviten interrupciones significativas en los servicios aéreos.