El 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro tomará posesión de su nuevo mandato presidencial en Venezuela, un acto que podría tener repercusiones importantes no solo para la política interna del país vecino, sino también para las dinámicas migratorias de la región. Ante este contexto, la Unidad Administrativa Especial de Migración Colombia (UAEMC) se pronunció respecto a la posibilidad de un cierre de la frontera colombo-venezolana, aclarando que esta medida es una opción dentro de los planes de seguridad para la región.
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En un comunicado oficial, Migración Colombia confirmó que, si bien aún no se ha decidido un cierre definitivo, "es posible que haya un cierre programado de la frontera de cara al acto de posesión presidencial" en Venezuela. Esta declaración surge en un momento de constante monitoreo sobre los flujos migratorios en la zona, especialmente en un escenario donde los cambios políticos en el país vecino podrían influir en los movimientos de personas.
Flujos migratorios en cifras
A pesar de los rumores y las especulaciones sobre un aumento en la migración, la UAEMC señaló que, hasta la fecha, no se han registrado movimientos significativos que sugieran la ocurrencia de un nuevo éxodo masivo como el que se vivió en 2018 y 2019. "No se observan saldos migratorios significativos entre ingresos y salidas que pudieran indicar el advenimiento de un flujo masivo de migrantes", señalaron las autoridades.
Este panorama es notablemente diferente al de años anteriores, cuando la grave crisis de desabastecimiento e hiperinflación en Venezuela generó la salida de miles de venezolanos en condiciones de extrema vulnerabilidad. En ese contexto, el monitoreo de las dinámicas migratorias sigue siendo una prioridad para las autoridades colombianas, que continúan trabajando de manera coordinada con las gobernaciones departamentales para gestionar los riesgos asociados a cualquier eventualidad.
Sobre las proyecciones para los próximos meses, la UAEMC indicó que los datos actuales muestran un "incremento normal" en los flujos migratorios hacia Colombia, típicos de la temporada de fin de año. No obstante, explicaron que, por el momento, "se mantiene un equilibrio entre ingresos y salidas", lo que indica que no se prevé un aumento drástico en la cantidad de migrantes que cruzan la frontera.
Es importante destacar que la gestión de la frontera, especialmente en términos de control de flujos migratorios, es una responsabilidad compartida entre las autoridades nacionales y territoriales, con un enfoque descentralizado en el manejo del riesgo, según lo establecido por las leyes colombianas.
