La madrugada de este jueves estuvo atravesad por la vigilia que a cientos de miles de colombianos les impuso una serie de sismos que dejaron varios daños estructurales.
Con una magnitud de 5,4 grados el primer remezón se originó en la costa Caribe, haciéndose sentir en ciudades como Medellín y Montería.
A ese temblor le siguió una réplica de 4,1, lo que comenzó a trasnochar a muchos, pues la intranquilidad por la posible llegada de un temblor mayor era una constante.
Con una magnitud mayor, en el mar Caribe, 6,6 grados sacudieron fuertemente al norte del país y las alertas se encendieron de manera preocupante, pues los daños estructurales eran inminentes ante semejante secuencia de remezones.
En esa misma zona, el Servicio Geológico Colombiano reportó una réplica de 3,1 grados, a pocos minutos del mencionado sismo.
Sobre las 2:35 de la mañana se registró otro temblor, esta vez de 3,5 grados, lo que acrecentó la incertidumbre.
Dos nuevos temblores, en ese mismo punto, se registraron a las 3:47 de la madrugada.
Acandí, Chocó, sufrió daños estructurales, pues fallas en el servicio de energía fueron reportadas como consecuencia del fenómeno natural.