En una sorprendente solicitud dirigida al presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien fuera uno de los cabecillas más temidos del Cartel de Cali, Miguel Rodríguez Orejuela, ha pedido ser incluido en las negociaciones de la llamada "paz total".
Este proceso ha sido diseñado por el actual gobierno para tratar de desactivar las estructuras de narcotráfico y paramilitarismo que aún operan en el país. La iniciativa de Orejuela llega en un momento en que otros exlíderes del crimen organizado, como Salvatore Mancuso, Heberth Veloza García alias 'HH', y Rodrigo Tovar Pupo alias 'Jorge 40', han sido parte de las conversaciones para asegurar la paz en Colombia.
Rodríguez Orejuela, quien es recordado por su rol central en la era dorada del Cartel de Cali junto a su hermano Gilberto, se comprometió a revelar detalles claves sobre las actividades ilícitas que llevaron al grupo a ser una de las organizaciones más poderosas del narcotráfico mundial en los años 90. Aunque el contenido exacto de la carta enviada al presidente
Petro aún no ha sido revelado, se sabe que en ella Orejuela hace mención de hechos de gran gravedad, incluyendo el financiamiento de campañas presidenciales y hasta el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado, político y líder de la oposición asesinado en 1995.
¿Qué implica la "paz total" y el papel de los exnarcos en ella?
La "paz total" es una de las propuestas más ambiciosas del presidente Petro para enfrentar la violencia en Colombia. A través de este proceso, el gobierno busca abrir una puerta a la negociación con los grupos armados ilegales y los líderes del narcotráfico que operan en el país.
En este sentido, figuras como Orejuela podrían jugar un papel clave, al igual que lo han hecho otros exlíderes del crimen organizado que, tras cumplir sus condenas, han mostrado disposición para colaborar con las autoridades.
El caso de Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, es uno de los más emblemáticos, pues ha entregado información crucial sobre el narcotráfico y la política colombiana durante su tiempo de actividad.
A sus 81 años, Rodríguez Orejuela ha afirmado que está dispuesto a contar "toda la verdad" sobre su vida criminal. Según informó el presidente Petro a El Reporte Coronell, Orejuela ve este acto como un "servicio al país" en sus últimos años de vida. Entre los detalles que promete revelar, se encuentran episodios relacionados con el financiamiento de campañas presidenciales y el mencionado magnicidio de Gómez Hurtado, que aún sigue siendo un tema polémico en la política colombiana.
Aunque no se han filtrado más detalles del contenido de la carta, la información sobre el posible financiamiento a campañas podría generar gran controversia.
En la carta, Orejuela también solicita que, en caso de proceder con su colaboración, se evite "molestar a su familia" a menos que haya una razón jurídica necesaria para hacerlo. Este tipo de solicitudes no son nuevas entre los exnarcotraficantes que buscan reintegrarse al país bajo acuerdos de paz.
Liberaciones recientes de narcotraficantes colombianos: ¿un cambio en la justicia?
En los últimos meses, se han dado a conocer casos de liberación de importantes narcotraficantes colombianos, como el de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias 'Chupeta'.
Ramírez Abadía logró una reducción significativa de su condena al convertirse en testigo clave en las investigaciones contra Joaquín Guzmán Loera, conocido como ‘El Chapo’ Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa. Otro caso similar fue el de Fabio Ochoa, exintegrante del Cartel de Medellín, quien aunque cumplió su condena de 26 años en EE. UU., deberá permanecer en el país por una audiencia pendiente.
Estos casos muestran que las autoridades colombianas están comenzando a considerar una mayor colaboración con exnarcos y otros actores del crimen organizado como parte de sus esfuerzos por alcanzar la paz en un país aún marcado por décadas de violencia. No obstante, la controversia sobre la legalidad y la moralidad de estos acuerdos sigue siendo un tema central de debate en Colombia.