Catalina Ortiz es la candidata a la alcaldía de Cali que en los últimos días denunció a través de redes sociales que había sido víctima de un ataque por parte de un hombre en medio de su campaña política, sin embargo, todo se desenmascaró y se supo que era un montaje.
En Twitter, una de las participantes de la escena aclaró los detalles detrás de la planeación del hecho, donde aseguró que todo fue una actuación para tratar de evidenciar la violencia de género. Pero aquí le explicamos porqué esto representa un completo irrespeto hacia las mujeres en la política que en verdad son víctimas de violencia en este entorno.
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Según un informe de Onu Mujeres entre 2011 y 2015 el aumento en la participación política de las mujeres fue mayor en los municipios con mejor entorno de desarrollo. Sin embargo, se dio una disminución de 2,86 puntos porcentuales en el porcentaje de mujeres elegidas a la Alcaldía en los municipios con mejor desarrollo.
En el caso de las gobernaciones, la candidatura femenina es ligeramente menor en los departamentos que tienen más municipios vulnerables y el porcentaje de mujeres elegidas es dos veces menor en grandes ciudades.
Con estas poco favorables cifras, las mujeres en la política también se enfrentan a:
- Difamación, desprestigio y burlas
- Doble jornada de trabajo: como servidoras públicas y como responsables de la familia
- Culpa y auto exigencia de sobresalir en ambos campos
- Censura por parte de otras mujeres por “desentenderse de sus familias”
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Por eso, el hecho realizado por la candidata a la alcaldía de Cali deslegitima todas las luchas políticas que las mujeres día a día buscan por ganarse un espacio en las contiendas electorales que en el caso de Colombia están próximas a realizarse con las próximas elecciones regionales.